¿Qué es la Gracia?
Jorge L. Trujillo
(Parte 3 de 4)
La Gracia es un despliegue inmerecido de amor y misericordia que proviene de parte de Dios para con ciertos hombres. De acuerdo a la Biblia, "la paga del pecado es muerte" (Romanos 6:23) todos nosotros nos merecíamos la muerte, todos pecamos. Ninguno buscó a Dios, aún cuando él se le reveló al hombre (Romanos 1:20-23; 28; 3:10-18). El hombre se corrompió en sus deseos mundanos y carnales y se olvido de Dios. Cuando Adán pecó Dios pudo haberlo destruido en ese mismo momento destruyendo así toda su descendencia, y no ocuparse más de la raza humana, pero Dios tuvo misericordia. Y aunque el hombre murió espiritualmente, perdiendo su comunión con Dios, aun así, él le amó.
Dios pudo haber apagado el sol y habernos dejados a oscuras, o pudo haber subido el calor y habernos asado lentamente, pero no lo hizo, decidió ser misericordioso y dejarnos vivir con todo lo que había preparado para que lo disfrutáramos. Lo que Dios decidió hacer como castigo a la raza humana está muy lejos de lo que merecíamos. Pecamos contra el Santo de los santos, contra el Dador de la vida, contra nuestro Creador y Dueño. Sin embargo el no nos envió al lugar correspondiente, al infierno de fuego ardiente. Solamente hizo crecer espinos en la tierra, aumentó los dolores de dar a luz, y nos mantuvo alejados del huerto. Ahora el hombre tenía que sudar por su alimento. Comparado a lo que pudo ser, eso no es nada. El nos dio una oportunidad.
Dios pudo haber olvidado a la raza humana por completo y no perdonar a nadie ni salvar a nadie y estaría en todo su derecho y en toda su justicia. El había establecido leyes y las leyes fueron traspasadas. La Biblia dice "cada cual se apartó por su camino" (Isaías 53), dice que "no hay uno que haga lo bueno, no hay ni uno" (Romanos 3:10). El hombre se vendió a la potestad de Satanás por una promesa de grandeza y conocimiento. Pero aún así, estando el hombre muerto en delitos y pecados, Dios tuvo misericordia del él y le amó (Efesios 2:5-8) y le salvo por su Gracia infinita. La salvación es por Gracia mediante la fe. No por nada que el hombre hubiera hecho porque ni quiere ni puede porque estaba bajo el pecado de la carne y preso bajo el dominio de Satanás (Romanos 8:7; I Corintios 2:14).
Gracias damos a Dios que no dejo que todo fuera perdida, El escogió salvar para sí un pueblo, y lo hizo su rebaño, sus ovejas, y escogió redimirlas y traerlas de a su redil, al Edén perdido y traicionado, a la tierra limpia y santa que Dios preparó para ellas. El decidió resucitarlas de la muerte, cambiar su mente, ablandar su corazón, perdonar sus pecados, y darles vida eterna juntamente con El. No por nada bueno que el hombre hubiera hecho o pudiera hacer (Tito 3:1-7), sino porque aunque el hombre nunca buscó a Dios ni lo busca aún, El siempre ha buscado y busca al hombre. El hombre se reveló contra Dios, pero el demostró misericordia para el hombre.
Dios comenzó a hacer pactos con el hombre. Cada uno de los Pactos establecidos con el hombre tuvo su origen en Dios. Todos se desprendían de aquel pacto mayor conocido como el ‘Pacto sempiterno’ o pacto de gracia. Dios siempre ha deseado tener una relación intima con el hombre y mientras el hombre rechaza a Dios, Dios siempre buscó al hombre. A tal grado buscó Dios al hombre que envió a su Hijo para que tomase forma de hombre y padeciese como los hombres y que diese su vida para rescatar lo que se había perdido. Gracias a Dios y toda Alabanza a su nombre porque nos Salvó y nos perdonó cuando merecíamos la muerte y la condenación. ¡Eso es Gracia, Aleluya!!
Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos
hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración
y por la renovación en el Espíritu Santo.
Tito 3:5
Para un estudio más completo sobre la Gracia puede visitar: ¿Qué es la Gracia?