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¿Están Todavía Activos “Los Cinco Ministerios”?

-por Jorge L. Trujillo


7 Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo. 8 Por lo cual dice:

Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad,
Y dio dones a los hombres.

9 Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra? 10 El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo. 11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,


La pregunta surge si todavía están vigentes los “cinco” ministerios aquí mencionados.  Para comenzar debo decir que en realidad no se mencionan “cinco” sino “cuatro” ministerios en este pasaje.

1. Apóstoles

2. Profetas

3. Evangelistas

4. Pastor-Maestro

El último oficio mencionado no está dividido en dos aquí, es una referencia al mismo oficio.  Cada uno de los ministerios mencionados tiene un artículo que le separa del otro, por ejemplo: (1) “a unos... apóstoles”, (2) “a otros... profetas”, (3) “a otros... evangelistas.”, (4) “a otros... pastores y maestros.  El último ministerio presentado no separa el oficio de ‘pastor’ y ‘maestro’ sino que son atribuidos a la misma persona.  La razón por la que esto ocurre es que la manera de “pastorear” es por medio de la enseñanza ya sea de forma didáctica por medio de la palabra (Hechos 13:1; 1 Tim. 3:2; 1 Tim. 4:5-6, 11,13, 5:17; 2 Tim. 2:24; Tito 1:9; Tito 2:1, 7; Hebreos 13:7, 17) o por ejemplo como mentores (Fil. 3:17; 2 Tes. 3:9; 1 Tim. 1:16, 4: 12; Tito 2:7; 1 Pedro 5:2-3)

Debemos también tener en cuenta que estos no son los únicos ministerios dados a la iglesia.  Existen otras listas en la Biblia donde se repiten algunos de los oficios y que presentan otras variedades de ministerios y de ninguna forma pensaremos que son listas exhaustivas.  Por ejemplo, existe otra lista similar en:

Romanos 12: 4 Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, 5 así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. 6 De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; 7 o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; 8 el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.

Otra lista la tenemos en 1 Corintios 12 donde se mencionan los que tienen dones de “palabra de sabiduría, palabra de ciencia, fe (doctrina), sanidades, milagros, profecías, lenguas, interpretación de lenguas”.  También aparece en este mismo capítulo una lista muy parecida a la de Efesios 4 la vemos en la primera carta de Pablo a los Corintios:

1 Corintios 12:28 Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas.

Cuando surge la pregunta de “si todavía están vigentes" estos o aquellos ministerios o dones,  tiene que ver con la realidad de que por algún o por bastante tiempo han estado ‘ausentes’ y que algunos ahora reclaman que tales ministerios están siendo “recuperados” porque la iglesia los había perdido o ‘descuidado’.  Es nuestra convicción que las primeras dos de estas oficinas (apóstol y profeta) ya no son vigentes en nuestro día mientras que las últimas dos (evangelistas y Pastor y maestro) siguen vigentes.  A continuación daremos las razones bíblicas para nuestra creencia.


No creemos que la Iglesia haya decidido quitar, olvidar o menospreciar algunos ministerios y dejar otros.  El asunto para determinar ‘qué es vigente’ y ‘qué no es vigente’ tiene que ver con “el propósito” de cada don u oficio dado a la iglesia. Si entendemos cual fue la razón específica por la que fue dado cierto don o ministerio entonces podremos entender si el don fue el don fue de carácter temporal para un periodo de tiempo específico o si el don fue dado para que fuera ejercido de forma continua en la iglesia y si otros dones son añadidos a la lista de acuerdo a la necesidad que se levanta en el pueblo de Dios.

Cuando nosotros leemos la lista de Efesios 4 observamos que el propósito de los dones está allí establecido: “a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo...”.  El buen estudiante de la palabra rápidamente tomará su tiempo en averiguar cuál era la tarea de cada uno de estos ministerios para ver que se trata cada oficio.

Los Apóstoles

Primeramente tenemos el oficio de ‘apóstol’.  La palabra [apostolos] en griego significa simplemente ‘enviado’, ‘delegado’, ‘mensajeros’ enviados a una tarea específica.  Este término fue dado ‘especialmente’ a los doce apóstoles de Cristo.

Mateo 10: 1 Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia. 2 Los nombres de los doce apóstoles son estos: primero Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano; 3 Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo el publicano, Jacobo hijo de Alfeo, Lebeo, por sobrenombre Tadeo, 4 Simón el cananista, y Judas Iscariote, el que también le entregó. 5 A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo: Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis, 6 sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel. 7 Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. 8 Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.

En su ministerios terrenal Cristo tenía muchos discípulos pero no todos los discípulos eran apóstoles sino solo ‘doce’ que el escogió con un propósito muy especial.  Entre estos discípulos se encontraba Judas quién entrego al maestro y fue reemplazado (quizás temporalmente) en su lugar por ‘Matías’ y finalmente por ‘Pablo de Tarso’.  Este ministerio era muy especial y de gran estima ya que estos hombres fueron comisionados directamente por el Señor.  Como vemos, existían ciertos requisitos para poder ser parte de este grupo de ‘Apóstoles’ especiales:

Hechos 1:21 Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros, 22 comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea hecho testigo con nosotros, de su resurrección. 23 Y señalaron a dos: a José, llamado Barsabás, que tenía por sobrenombre Justo, y a Matías. 24 Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos dos has escogido, 25 para que tome la parte de este ministerio y apostolado, de que cayó Judas por transgresión, para irse a su propio lugar. 26 Y les echaron suertes, y la suerte cayó sobre Matías; y fue contado con los once apóstoles.

La lista incluía (1) haber sido participe del ministerio terrenal de Jesús (vs. 21) desde el bautismo de Juan hasta que fue levantado al cielo (2) habiendo sido testigo de la resurrección (vs. 22).  En adición a estos requerimientos la persona tenía que (3) haber recibido “poder” para efectuar las señales del apóstol: les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia”.

Hechos 5:12 Y por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo; y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón.

Algunos piensan que estas señales eran ‘comunes’ a todos los creyentes pero tal cosa no puede ser probada por medio de la Escritura.  El don de hacer milagros lo tuvieron los apóstoles y algunos otros en la iglesia según Dios repartía (1 Cor. 12), pero el hecho de haber recibido el don no le hacía automáticamente Apóstol.  Pablo de Tarso fue llamado a ser apóstol directamente por Cristo mismo después de su resurrección.  Pablo afirma:

Gálatas 1:1 Pablo, apóstol (no de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo y por Dios el Padre que lo resucitó de los muertos)

1 Corintios 15:7 Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles; 8 y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí. 9 Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios.

Pablo se refería a los otros apóstoles como “grandes apóstoles” (2 Cor. 11:5; 12:11) y afirma ser el “último de todos los apóstoles’ en ver al Señor y haber tenido las “señales” de un Apóstol (2 Cor. 12:12.).  Todos ellos juntos son conocidos como “los apóstoles del cordero” (Rev. 21:14).  En fin, ésta ‘clase’ de Apóstoles comisionados directamente por el Señor no existe después que terminó la era apostólica con la muerte de Juan cerca del año 96 D.C.  Su labor en el tiempo del comienzo de la iglesia del Nuevo Testamento fue limitada la una muy especial de establecer el fundamento de la iglesia.  En Efesios leemos:

Efesios 2:20-21 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, 21 en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor

La iglesia universal es vista como un “edifico” en construcción, como una “casa” o “templo” o “ciudad” que comienza a ser levantado para morada de Dios por medio de Su Espíritu Santo.  La tarea de los Apóstoles por lo tanto fue la de “establecer el fundamento” de esa edificación.  Esto nos muestra de forma clara porqué en el libro de Revelación se menciona que la iglesia tiene como base “los apóstoles del cordero”:

Rev. 21:14 Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.

Aunque estos apóstoles no trabajaron todos de la misma forma ni en la misma cantidad, Pablo asegura haber trabajado más que los otros (1 Cor. 15:10) todos ellos se encargaron de poner la base y fundamento para la iglesia de Cristo (Mateo 16:16) poniendo a Cristo mismo como piedra principal (1 Corintios 1:11.)  Estos apóstoles por haber sido comisionados por Cristo mismo requerían obediencia y sumisión. Sus enseñanzas (doctrinas) al ser tan ‘fundamentales’ para el crecimiento propio de la Iglesia fueron de carácter oficial y universal y deben ser obedecidos por todos los Cristianos en todo el mundo sin importar la época (2 Pedro 3:2; Judas 1:17;).

¿Otros apóstoles?

Junto con estos “apóstoles de Cristo” existieron también otros varones los cuales son llamados apóstoles en la Biblia.  Tenemos a Bernabé, Silas (Silvano) y Timoteo; también el hermano carnal de Jesús, Jacobo (Santiago) parece haber sido llamado apóstol por Pablo.

Hechos 14:4, 14 (¿Bernabé?) Y la gente de la ciudad estaba dividida: unos estaban con los judíos, y otros con los apóstoles. 14 Cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus ropas, y se lanzaron entre la multitud, dando voces

1 Tesalonicenses 2:6 (¿Silas y Timoteo?) ni buscamos gloria de los hombres; ni de vosotros, ni de otros, aunque podíamos seros carga como apóstoles de Cristo.

Lo que tenemos en estos ejemplos es que ellos fueron llamados “apóstoles” con relación a la ‘unidad’ ministerial que sostenían con Pablo.  Ninguno de ellos es llamado “apóstol” por sí solo a no ser por su cercanía al ministerio de un Apóstol.  En forma general los ‘enviados’ [apostolos] de las iglesias para alguna tarea específica eran considerados ‘mensajeros de las iglesias’ como leemos en 2 Corintios 8:23 de los enviados junto a Tito para recoger la ofrenda de los santos de Corintios para traerla a los santos necesitados de Jerusalén:

23 En cuanto a Tito, es mi compañero y colaborador para con vosotros; y en cuanto a nuestros hermanos, son mensajeros [apostolos] de las iglesias, y gloria de Cristo. 24 Mostrad, pues, para con ellos ante las iglesias la prueba de vuestro amor, y de nuestro gloriarnos respecto de vosotros.

Fuera de éstas menciones nada más se dice de forma positiva en la Biblia sobre otras personas aparte de los doce que fueran llamadas “apóstoles”.  Las menciones de otras personas mencionadas como “apóstoles” son de forma negativa para hacer referencia a algunos que ‘pretendían’ ser tenidos como ‘apóstoles’ pero que en realidad no lo eran:

2 Corintios 11:12 Mas lo que hago, lo haré aún, para quitar la ocasión a aquellos que la desean, a fin de que en aquello en que se glorían, sean hallados semejantes a nosotros. 13 Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. 14 Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz.

Apocalipsis 2:2 Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos;

Ahora, volviendo a la pregunta, de si sigue vigente este oficio podemos concluir que la vigencia de este trabajo aun sigue viva.  Pero no significa que haya ahora nuevos “apóstoles” en esta categoría que establezcan doctrinas, que den mandamiento y ordenen obediencia absoluta a sus seguidores como lo hacen muchos en nuestros días sino que la obra realizada por “los Apóstoles del Cordero” sigue permanente en la iglesia ya que los fundamentos una vez establecidos son inamovibles y no se les puede añadir ni volver a quitar.  Decir que la iglesia todavía necesita apóstoles equivale decir que después de casi dos mil años de existencia el fundamento no ha sido establecido, que las bases están incompletas y que el edificio aún no comienza a levantarse.  Pero la Biblia es clara, una vez la base ha sido puesta solo queda “EDIFICAR” el edificio sobre esa base.  La base fue exitosamente puesta y terminada hace ya mucho tiempo por los Apóstoles y Profetas y eso nos lleva a la próxima sección en este estudio, "los profetas".

Los Profetas

La palabra 'profeta' anteriormente conocido como 'vidente' tiene dos significados principales, primero es uno que tiene la capacidad de ‘ver/ declarar lo desconocido’ ya sea en el pasado o el futuro y como segundo significado tiene que ver con ser “portavoz” de algún mensaje.  Aunque la primera definición incluye ambas cosas, la segunda no incluye la primera. En las distintas menciones de 'profetas' en el Nuevo Testamento se incluyen ambas definiciones y el contexto dirá cual es el significado que aplica.  Mayormente, como vemos en las Epístolas paulinas el profeta trabajaba juntamente con el Apóstol en el establecimiento del fundamento de la iglesia universal.  Los profetas recibían ‘revelación’ concerniente a las verdades que estaba escondidas en la Escritura y las aplicaban como doctrina a la iglesia.

Efesios 2:20-21 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, 21 en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor

Siendo que la tarea de los profetas también estaba directamente ligada al establecimiento del fundamento de la iglesia por medio de ‘revelaciones’ doctrinales especiales, también podemos estar de acuerdo en que este ministerio ha cesado.  La Biblia está completa y por lo tanto “el fundamento ha sido establecido” y por eso no hay nueva ‘revelación’ doctrinal para la iglesia.

Aunque queda aun la tarea de ser ‘portavoz’ (profeta) de las verdades bíblicas de Dios a otros, esta es una tarea que incluye a ‘todos’ los cristianos.  Esto es en cumplimiento de la promesa hecha en el Antiguo Testamento.  Moisés deseaba que todo el pueblo fuera profeta:

Números 11:28 Entonces respondió Josué hijo de Nun, ayudante de Moisés, uno de sus jóvenes, y dijo: Señor mío Moisés, impídelos. 29 Y Moisés le respondió: ¿Tienes tú celos por mí? Ojalá todo el pueblo de Jehová fuese profeta, y que Jehová pusiera su espíritu sobre ellos. 30 Y Moisés volvió al campamento, él y los ancianos de Israel.

El deseo de Moisés de que todo el pueblo fuese ‘profeta’ era también el deseo y plan de Dios para la iglesia.  En el libro de Joel capitulo 2 vemos como Dios promete que en los postreros días “derramaré de mi Espíritu sobre toda carne y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán”.  No cabe duda que esta profecía tuvo cumplimiento tal como lo afirma el Apóstol Pedro en su sermón el día de Pentecostés:

Hechos 2:16-18 Mas esto es lo dicho por el profeta Joel:


Y en los postreros días, dice Dios,
Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne,
Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán;
Vuestros jóvenes verán visiones,
Y vuestros ancianos soñarán sueños
;
Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán.

Por lo tanto, la profecía en este aspecto es la proclamación de las verdades de Dios por medio de la llenura y dirección del Espíritu Santo durante esta época de la iglesia y continúa siendo un canal de bendición al pueblo de Dios pero no así con la ‘revelación’ doctrinal sobre la cual fundamentar la iglesia de Cristo.  Un aspecto distinto del profeta que no tiene que ver nada con el establecimiento de doctrinas el de la revelación en cuanto a eventos particulares que no afectan en nada la base doctrinal.  Este aspecto puede aun darse pero es tristemente abusado en nuestro día dado la cantidad de ‘falsos profetas’ que se levantan en el pueblo.  Esto fue algo profetizado por el mismo apóstol Pedro quien nos advirtió que tal como se levantaron falsos profetas en la congregación del Antiguo Pacto, también en la congregación del Nuevo Pacto se levantarían falsos maestros (2 Pedro 3).

Pero visto el orden que Pablo establece en Efesios 4 en su contexto que va unido al “apóstol”, tal parece que el aspecto de ‘revelación doctrinal’ fundamental es lo que se tiene en mente (Efesios 3:5.)  Por lo tanto este ministerio o este aspecto o ‘clase’ de “profeta” han desaparecido con el cierre del canon bíblico.

Evangelistas

Dada la gran comisión entregada a los discípulos y a la iglesia de Cristo por el mismo Señor en Mateo 28, creemos que la tarea de evangelismo sigue viva y seguirá vigente hasta la segunda venida de Cristo.  La tarea de la iglesia ya no está puesta en ‘establecer’ el fundamento ya que este ha sido establecido por los “apóstoles y profetas” (1 Cor. 2; Efesios).  Ahora, después de la era apostólica sólo queda continuar con la tarea de edificación sobre ese fundamento establecido.  (Lucas 11:49; 1 Corintios 12:48; Efesios 2:20).

La tarea de evangelismo es de todos los creyentes (Hechos 8:4) pero entendemos que Dios llama a algunos especialmente para este oficio tal como fue con Felipe (Hechos 8:12; 21:8; Efe. 4:11.) La obra del Apóstol estaba ligada a la obra del profeta, y así también la obra que realiza el “evangelista” está muy ligada a la del “pastor y maestro” como vemos claramente en el requisito impuesto a Timoteo (2 Timoteo 4:5.) Aunque existe la tarea de ‘evangelista’, el ‘pastor y maestro’  puede ocuparse en la tarea de evangelismo.  La Biblia nos habla de la importancia de esta función en la iglesia cuando nos dice en Romanos 10:

13 porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.14 ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? 15 ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: !!Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!

El evangelista es quien trae las almas al redil por medio de la predicación del evangelio.

Pastor y Maestro

Como ya mencionamos el oficio del ‘pastor’ en este verso está unido al de ‘maestro’ ya que la tarea principal del pastor es la enseñanza.  Todo maestro que enseña en la iglesia es de cierta forma ‘pastor’ en la iglesia aunque no necesariamente ‘obispo’ o ‘anciano’ (supervisor) en la iglesia. Por tal razón el oficio ‘oficial’ de enseñanza (pastoreo) en la iglesia está reservado a los obispos o ancianos.  Son ellos quienes se encargan de traer (o supervisar) la yerba fresca espiritual que se ofrece a la congregación ya sea por medio de mensajes (sermones), conferencias o enseñanzas o cánticos.

La iglesia es edificada de esta manera espiritual y emocional por medio de las enseñanzas de sus pastores-maestros.  La tarea de enseñar debe ser hecha ‘sobre’ el fundamento que ha sido establecido por los “apóstoles y profetas” y se requiere que se haga con esmero, dedicación y mucho cuidado:

1 Corintios 3:10 Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica. 11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. 12 Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, 13 la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. 14 Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. 15 Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego. 16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? 17 Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.

Pedro nos habla de la edificación de la iglesia siendo de “piedras vivas” (1 Pedro 2:5)  Lo que se está edificando son personas que forman el edificio y sacerdocio espiritual llamado iglesia de Cristo.  La edificación realizada por estos ministerios en la iglesia tiene como fin lograr que el ‘edificio’ en construcción sea hecho correctamente de manera que se llegue a la meta de:

12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, 13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; 14 para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, 15 sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, 16 de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor

El fin de la iglesia es que los ‘santos’ lleguen a ser:

1. Útiles en la obra de manera que puedan llegar también a ser ministros de bendición a otros en las distintas ‘áreas’ de ministerios en la iglesia y contribuyan también a la edificación del cuerpo.

2. Para que lleguen a tener el mismo conocimiento en la ‘unidad’ doctrinal

3. Para que conozcan mejor a Cristo y lleguen a su estatura como perfecto ejemplo

4. Para que maduren en conocimiento doctrinal

5. Para el crecimiento en Cristo

6. Para que sigan la verdad en amor mutuo

7. Para que funcionen como cuerpo concertadamente

Apéndice:

¿Misioneros = Apóstoles?

Algunos han sugerido que lo que hoy se conoce como ‘misionero’ es equivalente a lo que era el apostolado en la iglesia primitiva. Aunque la labor del misionero en algunos aspectos es semejante a la de los apóstoles, en realidad el oficio no es el mismo.  El apóstol, como mencionamos anteriormente tuvo como labor principal, establecer las doctrinas de la fe cristiana al momento del establecimiento de la iglesia por medio de la revelación del E.S.  Una vez esa obra ha sido completada, la obra del apostolado también ha concluido.  Los misioneros presentes no traen revelación sino que dependen de la revelación que ya ha sido dada en la palabra de Dios, y ellos simplemente edifican sobre esa base de la Escritura que ha sido puesta por los primeros obreros.  Consideramos que los misioneros son entonces, pastores/ evangelistas que predican el evangelio, y enseñan a otros las verdades contenidas en la Palabra.

¿Plantadores de Iglesias = Apóstoles?

También se ha dicho que aquellos que ‘plantan iglesias’ son apóstoles.  En la era moderna muchos pastores que han abierto otras iglesias, se han autodenominado ‘apóstoles’ por eso.  Aunque plantar nuevas iglesias es una labor importante, sin embargo aunque hubo apóstoles como Pablo que establecieron varias iglesias, en realidad, la Biblia no nos dice nada de que ‘plantar iglesias’ sea un requisito para ser apóstol. De hecho, la Biblia llama los “apóstoles” por ese título, aun sin ellos haber plantado una sola iglesia y de hecho, de la mayoría de ellos, nada nos dice la Biblia que hayan plantado iglesia alguna.

En un sentido 'amplio' de la palabra 'apóstoles', todos los cristianos somos apóstoles pues todos hemos sido 'enviados' a predicar como embajadores en el mundo. Sin embargo, en el sentido estricto de la palabra, tal como lo indica la Biblia, apóstol fueron aquellos que vivieron durante la época de formación y establecimiento de la iglesia cristiana para poner sus bases doctrinales ya sea por palabra hablada o por la palabra escrita.


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Escrito 04/04/2007