- por Jorge L. Trujillo
Al campo de batalla
salía el paladín
Con potencia y estatura
buscando poner fin.
Por 40 largos días
infundía gran temor
Se encontraba amedrentando
el pueblo del Señor
El que pierda la pelea
se convierte en servidor
En el gran valle de Ela
Decía aquel gladiador
Y ni el rey ni los soldados
se atrevían enfrentar
Por miedo a ser derrotados
Y a su pueblo defraudar
Muy temerosos estaban
y no podían pelear
Aunque el rey había ofrecido
su propia hija casar
No pagará más impuestos
Y de honra gozará
el valiente quien pudiera
aquel gigante matar.
Enviado por su padre
para ver cómo les va
Llegó David y en su mano,
les trae grano, queso y pan.
Al acercarse escucha
la voz de aquel filisteo
Que con confianza retaba
al pueblo del Dios del cielo
¿Cómo se atreve este hombre
a nuestro DIOS desafiar?
Yo me enfrentaré valiente
en el nombre de Jehová
El rey y sus hermanos
dudaban de su destrezas
Pero David les contaba
de sus muy grandes proezas
Contra el león yo he peleado,
y hasta el oso yo he vencido
Para librar las ovejas
de las garras del occiso
Lo haré también con mis manos
Sin detener mis momentos,
Pues ese hombre ha retado
a Jehová de los ejércitos
Y pronto tomó David
Cinco piedras del arroyo
Y dispuesto hacia la lid
El ungido de aquel modo
Avanzó rápidamente
Confiando en el Dios del cielo
a enfrentarse aquel gigante
Lleno de valor y celo
Goliat no podía creer
que el rey hubiese enviado
un muchacho sin destreza
cargado con onda y palo.
Aquel muchacho valiente
el hijo menor de Isaí
juraba que el filisteo
no pasaría de allí.
Mientras alzaba su voz
para burlarse del joven
Una piedra le tiró
El muchacho de Belén
En la frente le pegó
y echo por tierra al infame
Y su gente se asombró
al ver caído al gigante
Corriendo salió David
y con su misma y grande espada
cortó la cabeza a Goliat
quien postrado se encontraba
Y temblaban de sorpresa
al ver perdida su suerte
Huyeron del campamento
Pero enfrentaron la muerte
El pueblo de los hebreos
al ver vencido al canalla
persiguió los filisteos
y ganaron la batalla
Pero mil años más tarde
otra guerra se enfrentaba
Era el hijo de David
que a Satanás derrotaba
Al Gólgota llegaba
el hijo del Dios del cielo
Que vino a dar a los hombres
libertad, paz y sosiego
Aunque la serpiente antigua
El calcañar le golpeaba
La simiente de la mujer
La cabeza le cortaba
Por medio de la muerte
derrotó aquel gran dragón
que tenía atemorizadas
Las ovejas del Señor
Hoy su pueblo se levanta,
cual el pueblo de David,
a conquistar este mundo
y jamás tener que huir
Salgamos siempre confiados
Que ya nuestro Rey venció
a las huestes del enemigo
Y su redención nos dio
Ya no somos sus esclavos
Somos pueblo del Señor
Porque Cristo ha conquistado
Vida eterna y salvación.
22 de agosto, 2021