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 Por Jorge L. Trujillo 


Muchos llamados Cristianos que mantienen la herejía preterista, dicen que Mateo 16:28 es una prueba irrefutable de que la venida de Cristo ocurrió en el año 70 DC cuando el general Tito del Imperio Romano destruyó el templo de Jerusalén.  

Mateo 16:28 De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino. 

Bueno, por supuesto que si tomamos este verso así como lo toman ellos, fuera de su contexto bíblico, es posible que algunos lleguen a creer que los preteristas tengan razón. Pero como todo buen estudiante bíblico, debemos tomar el texto dentro de su contexto inmediato y también dentro de todo el contexto bíblico. 

Veamos: 



Mateo 16:24 -Mateo 17:1-6

(Mr. 9.2-13; Lc. 9.28-36)

24 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. 25 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. 26 Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? 27 Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras. 28 De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino. 1 Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto; 2 y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz. 3 Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él. 4 Entonces Pedro dijo a Jesús: Señor, bueno es para nosotros que estemos aquí; si quieres, hagamos aquí tres enramadas: una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías. 5 Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd. 6 Al oír esto los discípulos, se postraron sobre sus rostros, y tuvieron gran temor.


 

Este verso (28) dentro de su contexto bíblico no respalda para nada lo que los preteristas presumen. Una mirada cuidadosa al pasaje completo nos da una clara visión de lo que se trata en este pasaje. Primero debemos notar que este pasaje fue citado también por Marcos y Lucas:



Marcos 8:34 - 9:2

(Mt. 17.1-13; Lc. 9.28-36)

34 Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. 35 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará. 36 Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? 37 ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? 38 Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.1 También les dijo: De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que hayan visto el reino de Dios venido con poder. 2 Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan, y los llevó aparte solos a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos. 3 Y sus vestidos se volvieron resplandecientes, muy blancos, como la nieve, tanto que ningún lavador en la tierra los puede hacer tan blancos. 4 Y les apareció Elías con Moisés, que hablaban con Jesús. 5 Entonces Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es para nosotros que estemos aquí; y hagamos tres enramadas, una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías. 6 Porque no sabía lo que hablaba, pues estaban espantados. 7 Entonces vino una nube que les hizo sombra, y desde la nube una voz que decía: Este es mi Hijo amado; a él oíd. 8 Y luego, cuando miraron, no vieron más a nadie consigo, sino a Jesús solo. 9 Y descendiendo ellos del monte, les mandó que a nadie dijesen lo que habían visto, sino cuando el Hijo del Hombre hubiese resucitado de los muertos. 10 Y guardaron la palabra entre sí, discutiendo qué sería aquello de resucitar de los muertos. 11 Y le preguntaron, diciendo: ¿Por qué dicen los escribas que es necesario que Elías venga primero? 12 Respondiendo él, les dijo: Elías a la verdad vendrá primero, y restaurará todas las cosas; ¿y cómo está escrito del Hijo del Hombre, que padezca mucho y sea tenido en nada? 13 Pero os digo que Elías ya vino, y le hicieron todo lo que quisieron, como está escrito de él.

Lucas 9:18-36

18 Aconteció que mientras Jesús oraba aparte, estaban con él los discípulos; y les preguntó, diciendo: ¿Quién dice la gente que soy yo? 19 Ellos respondieron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, que algún profeta de los antiguos ha resucitado. 20 Él les dijo: ¿Y vosotros, quién decís que soy? Entonces respondiendo Pedro, dijo: El Cristo de Dios. 21 Pero él les mandó que a nadie dijesen esto, encargándoselo rigurosamente, 22 y diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre padezca muchas cosas, y sea desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y que sea muerto, y resucite al tercer día. 23 Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.  24 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, éste la salvará. 25 Pues ¿qué aprovecha al hombre, si gana todo el mundo, y se destruye o se pierde a sí mismo? 26 Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras, de éste se avergonzará el Hijo del Hombre cuando venga en su gloria, y en la del Padre, y de los santos ángeles. 27 Pero os digo en verdad, que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que vean el reino de Dios. 28 Aconteció como ocho días después de estas palabras, que tomó a Pedro, a Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar. 29 Y entre tanto que oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su vestido blanco y resplandeciente. 30 Y he aquí dos varones que hablaban con él, los cuales eran Moisés y Elías; 31 quienes aparecieron rodeados de gloria, y hablaban de su partida, que iba Jesús a cumplir en Jerusalén. 32 Y Pedro y los que estaban con él estaban rendidos de sueño; mas permaneciendo despiertos, vieron la gloria de Jesús, y a los dos varones que estaban con él. 33 Y sucedió que apartándose ellos de él, Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es para nosotros que estemos aquí; y hagamos tres enramadas, una para ti, una para Moisés, y una para Elías; no sabiendo lo que decía. 34 Mientras él decía esto, vino una nube que los cubrió; y tuvieron temor al entrar en la nube. 35 Y vino una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado; a él oíd. 36 Y cuando cesó la voz, Jesús fue hallado solo; y ellos callaron, y por aquellos días no dijeron nada a nadie de lo que habían visto.


 

He incluido el contexto completo del suceso tal y como fue relatado por los evangelistas con el propósito de demostrar que los preteristas 'tuercen' y 'malinterpretan' las palabras y el significado de lo que ellos (los los discípulos) entendieron que Jesús decía tal y a que hacía referencia como lo demostraron en sus escritos.

Antes de decir esas palabras, Jesucristo les había preguntado a ellos acerca de quién pensaban ellos que él era:

Lucas 9:18 Aconteció que mientras Jesús oraba aparte, estaban con él los discípulos; y les preguntó, diciendo: ¿Quién dice la gente que soy yo? 19 Ellos respondieron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, que algún profeta de los antiguos ha resucitado. 20 Él les dijo: ¿Y vosotros, quién decís que soy? Entonces respondiendo Pedro, dijo: El Cristo de Dios. 21 Pero él les mandó que a nadie dijesen esto, encargándoselo rigurosamente" (Mt. 16.13-20; Mr. 8.27-30)

Ellos habían por fin entendido, por medio de la revelación divina, algo que nadie mas había podido entender completamente. Por eso, Jesucristo comienza a hablarles acerca de su misión en la tierra...

Lucas 9:21 Pero él les mandó que a nadie dijesen esto, encargándoselo rigurosamente, 22 y diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre padezca muchas cosas, y sea desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y que sea muerto, y resucite al tercer día.

Después de hablarles acerca de su sufrimiento próximo en la cruz a manos de los principales judíos, Jesús procedió a hablarles acerca de la necesidad de ser fiel hasta el fin, hasta su venida en gloria con sus santos angeles...

Lucas 9:23 Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. 24 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, éste la salvará. 25 Pues ¿qué aprovecha al hombre, si gana todo el mundo, y se destruye o se pierde a sí mismo? 26 Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras, de éste se avergonzará el Hijo del Hombre cuando venga en su gloria, y en la del Padre, y de los santos ángeles.

Sin duda estas palabras de Cristo eran una referencia a su venida en juicio al fin del mundo cuando habría de juzgar a todos los hombres. Después de esto Jesucristo les dijo a ellos algo más. Esto es lo que los preteristas dicen se refiere a la segunda venida de Cristo:

Lucas 9:28 Pero os digo en verdad, que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que vean el reino de Dios.

Después de haberle dicho acerca de su futura venida en gloria con los ángeles, Cristo les dice a sus discípulos que algunos de ellos no morirían 'hasta' que vean el reino de Dios. Es importante que veamos que Cristo le dijo que "no morirían HASTA" que vean el reino de Dios. ¿Qué significa esto entonces? Lo que sí sabemos es que NO puede significar que vivirían hasta ver la Segunda venida de Cristo porque después de la Segunda venida de Cristo no existirá más muerte. La Biblia dice claramente que después que Cristo venga "la muerte será sorbida en victoria" y nuestros cuerpos serán transformados a la imagen del de Cristo...

1 Corintios 15:51 He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, 52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.  53 Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. 54 Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. 55 ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? 56 ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. 57 Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.

Filipenses 3:20 Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; 21 el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas

Apocalipsis 21:3 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. 4 Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. 5 Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.

Así que vemos que es imposible que Cristo se estuviera refiriendo a la Segunda Venida con poder y gloria al fin del mundo. Las palabras de Pablo en 1 Corintios nos deja claramente establecido que lo que él se refiere es a la muerte física.  El dice "¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? (vs. 55).  Eso es una referencia clara acerca de que después de la venida de Cristo la muerte no existirá más.  En Filipenses 3:21, Pablo nos dice que el cuerpo nuestro será transformado a la semejanza de la gloria del de Cristo.   Sabemos que el cuerpo de Cristo es 'espiritual'  y que después de resucitar de la tumba Cristo entro a un cuarto donde estaban los discípulos sin abrir la puerta. Cristo traspaso la materia solida con su cuerpo resucitado.  Cuando Cristo venga en su Segunda Venida, el cuerpo nuestro será un cuerpo espiritual semejante al de Cristo...

1 Corintios 15:35 Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán? 36 Necio, lo que tú siembras no se vivifica, si no muere antes. 37 Y lo que siembras no es el cuerpo que ha de salir, sino el grano desnudo, ya sea de trigo o de otro grano; 38 pero Dios le da el cuerpo como él quiso, y a cada semilla su propio cuerpo. 39 No toda carne es la misma carne, sino que una carne es la de los hombres, otra carne la de las bestias, otra la de los peces, y otra la de las aves. 40 Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales; pero una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrenales. 41 Una es la gloria del sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria. 42 Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará en incorrupción. 43 Se siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder. 44 Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual. 45 Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente;(10) el postrer Adán, espíritu vivificante. 46 Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual. 47 El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo. 48 Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales. 49 Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial. 50 Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción.

¿Entonces a que se refiero Jesús con esas palabras? Bueno, Dios mismo nos da la indicación de que es lo que está refiriendo seguidamente después. En el mismo contexto, los tres escritores rápidamente señalan que lo que Cristo estaba diciendo acerca de "vean el reino de Dios". Y lo dicen de esta manera:

Mateo 16:27 Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras. 28 De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino. 1 Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto; 2 y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz.

Marcos 8:1 También les dijo: De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que hayan visto el reino de Dios venido con poder. 2 Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan, y los llevó aparte solos a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos. 3 Y sus vestidos se volvieron resplandecientes, muy blancos, como la nieve, tanto que ningún lavador en la tierra los puede hacer tan blancos.

Lucas 9:27 Pero os digo en verdad, que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que vean el reino de Dios. 28 Aconteció como ocho días después de estas palabras, que tomó a Pedro, a Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar. 29 Y entre tanto que oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su vestido blanco y resplandeciente. 30 Y he aquí dos varones que hablaban con él, los cuales eran Moisés y Elías; 31 quienes aparecieron rodeados de gloria, y hablaban de su partida, que iba Jesús a cumplir en Jerusalén.

A eso se refería Jesucristo cuando dijo lo que dijo acerca de aquellos que no morirían HASTA que vieran el reino de Dios. Si se fija, todos los escritores hacen referencia al evento del monte de la transfiguración seguidamente después de las palabras de Jesús.

Para ellos eso era confirmación de que verdaderamente Jesucristo era quien ellos había entendido que era, El Cristo el Hijo del Dios viviente, tal como lo había declarado Pedro. Los discípulos presenciaron como ningún otro el reino de Dios y a Cristo en la gloria de Su Reino, 'antes' de ellos morir.  Vieron allí también a Moisés y a Elías. De eso nos habló Pedro en su segunda carta:

2 Pedro 1:16 Porque no os hemos dado a conocer el poder y LA VENIDA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad. 17 Pues cuando él recibió de Dios Padre honra y gloria, le fue enviada desde la magnífica gloria una voz que decía: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia. 18 Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo.

Cuando Pedro escribió esta carta, muchos años después del acontecimiento en el monte de la transfiguración (66 DC), y ANTES del año 70 DC.  Como bien vemos, Pedro se refirió a aquel evento como "LA VENIDA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO". Dios, quien todo lo sabe, inspiró al Apóstol Pedro por medio del Espíritu Santo para que escribiera estas palabras, como sabiendo de antemano que los indoctos Preteristas querrían hoy torcer las palabras de Cristo en Mateo 16:28 con el fin de engañar a los simples.  La Venida de Cristo en el monte de la transfiguración sirvió a Pedro, Juan y Jacobo como confirmación de que Jesús era verdaderamente era el Cristo, el Hijo de Dios.

Esto además sirvió de confirmación de que el Reino de Dios tal y como Juan el bautista y Cristo lo habían dicho, estaba allí en tiempo presente. Por eso hoy nosotros los cristianos podemos decir que junto con Pablo "somos trasladados del Reino de Diablo al Reino de su amado Hijo". Muy importantemente, el Día de Pentecostés, el reino vino con poder sobre los creyentes que comenzaron desde entonces a predicar el evangelio de poder a todo el mundo. Desde entonces el reino de Cristo se extiende sobre toda la faz de la tierra dominando y triunfando.

Tal como Cristo lo dijo, "algunos de los presentes" no murieron hasta ver el reino de Dios. Después de eso, como todos sabemos, ellos murieron. Pero un día han de levantarse para nunca más morir.

1 Corintios 15:12 Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? 13 Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. 14 Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe. 15 Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan. 16 Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; 17 y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados. 18 Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron. 19 Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres. 20 Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. 21 Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. 22 Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. 23 Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida. 24 Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia. 25 Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. 26 Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte. 27 Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies.

Los herejes preteristas dicen que no hay resurrección de muertos. Si eso es cierto (y no lo es) entonces es vana nuestra fe.


2 Pedro 1

19 Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; 20 entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, 21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.


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Escrito: 10/2002