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La Salvación es de Dios
Las Doctrinas de la Gracia
Por Jorge L Trujillo
 


Parte V - La Seguridad de la Salvación
(La Perseverancia de los Santos)
 

La doctrina de la "Perseverancia o Seguridad Eterna de los Creyentes" es una de las verdades bíblicas más difíciles de aceptar o entender por la mayoría de los cristianos, incluyendo pastores y maestros. El pensar que el verdadero creyente en Cristo esta "Eternamente Salvo" presenta un gran problema de aceptación para muchos. En los años que llevó estudiando este tema también he entendido las dificultades que encontramos con esta doctrina. Estas son dificultades que de momento parece que no son fáciles de resolver y que no las podemos descartar rápidamente, pero aun así, no dejan de tener su explicación BIBLICA.  

Objeciones a la Seguridad Eterna  

Entiendo que existen algunas razones las cuáles hacen muy difícil para algunos aceptar que los cristianos son salvos para siempre:  

De la Biblia:  

  1. Encontramos versos en la Biblia que parecen indicarnos la posibilidad de que una persona que fue creyente pueda, por no dar frutos, o por dejar de creer, llegar a perder su salvación eternamente y ser echado al fuego con los impíos.  
  2. Encontramos versos en la Biblia que parecen poner una condición a la salvación de los creyentes.  
  3. Encontramos además fuertes advertencias a los creyentes del peligro de negar la fe y de no perseverar.
  4. Encontramos además ejemplos en la Biblia de algunos que una vez profesaron fe en Cristo y luego apostataron o negaron esa fe que un día dijeron tener.

De la Experiencia:

  1. La propaganda y los ataques en contra de esta doctrina son muy fuertes y directos. Se presenta como una herejía, como una doctrina que tolera el pecado o que otorga una licencia para pecar a los creyentes y que no importa lo que se haga o como se viva, la salvación de aquel que profesa a Cristo está segura.
  2. La predicación barata de algunos maestros de esta doctrina que presentan un evangelio fácil, sin compromiso y sin expectativas, dando credibilidad a los que predican en contra de esta enseñanza.
  3. La experiencia cristiana nos puede llevar a entender que la seguridad o perseverancia de los creyentes no puede ser cierta porque la mayoría de los cristianos hemos visto casos de algunos que una vez profesaban ser creyentes, algunos que una vez eran grandes predicadores y maestros de la Palabra y un día dieron sus espaldas a y se fueron al mundo a vivir una vida pecaminosa y hasta maldiciendo a Dios y la Iglesia, y algunos hasta murieron en ese estado.
  4. La propia desconfianza de la persona que cree que la salvación depende de sus esfuerzos.

Estas objeciones tanto del punto de vista bíblico como de las experiencias son fuertes y no pueden ser simplemente descartadas o puestas a un lado sin que se tomen en cuenta cuando analizamos esta doctrina de la perseverancia y de la eterna seguridad de los santos.

La Solución que empeora la situación:

Habiendo dicho esto también es preciso notar que los que mantienen la posición de que un verdadero creyente puede llegar a perder su salvación, ya sea por dejar de creer o por pecar, se encuentran con un problema aun mayor. La Biblia contiene gran cantidad de versos que testifican que la salvación del creyente está totalmente segura, que depende de Dios y que un verdadero creyente no se perderá eternamente sino que perseverará hasta el fin.

Algunos de los que creen que la salvación se puede llegar a perder y ven estos versos que claramente testifican lo contrario, han tratado de explicarlos diciendo que la seguridad eterna del cristiano "está condicionada por la fe y /o por la conducta". Es decir "el creyente esta eternamente salvo, mientras no peque" o mientras su fe en Cristo no deje de ser mientras su fe en Cristo no deje de ser.

Mientras no Peque...

Después de esta declaración se puede concluir que esta solución empeora la situación. ¿Por qué? preguntará usted. Simplemente porque pone el poder de la salvación en manos del hombre. Es el hombre débil quién acosado constantemente por su naturaleza carnal, el que tiene la última palabra. Es el hombre el que está en control y no Dios. Además, esta posición vuelve a llevar al hombre a la condición que tuvo antes de que Cristo viniera con el evangelio de la Gracia de Dios para la humanidad, es decir, "el obrar para ser salvo". Si seguimos esta regla, encontraremos que el apóstol Pablo estaba en peligro de perder su salvación o la pudo haber perdido ya que en Romanos 7[i][i] habla acerca de la lucha que llevaba en su carne con el pecado. Pablo dice que lo que quiere hacer no hace y lo que no quiere hacer hace porque la ley del pecado reina en su cuerpo carnal. El mismo Apóstol se llamó "el mayor de los pecadores". De esta forma nadie se salvaría pues TODOS pecamos.

Los que toman esta posición también creen que el hombre que llega a perder su salvación por cometer pecado puede entonces "volver a salvarse" una vez que arrepentido genuinamente llega al altar y se reconcilia con Dios. De esta manera una persona cristiana vive una vida que aparte de ser totalmente insegura es totalmente absurda.  Puede estar salvo hoy, perdido mañana, salvo la semana que viene y perdido el próximo año, todo dependiendo de cómo esté su vida moral, ya sea "con" o "sin" pecado.

Esta inconsistencia me llevó a mí hace unos años a cuestionar la validez de esta posición. Muchos otros también han llegado a la conclusión de que tales ideas no son solamente ilógicas, sino que una vez puestas a la luz de la Palabra quedan sin fundamento alguno. Para tomar una posición de acuerdo a la Escritura con respecto a la Salvación del creyente es necesario entender lo que ocurre al ser salvo. Por ejemplo, si la salvación es "nacer de nuevo" (Juan 3:13), el perder la salvación es "des-nacer de nuevo" entonces al arrepentirse de su falta de fe o de su pecado la persona "nace de nuevo (de nuevo)", pero si vuelve a pecar y perder su salvación por qué es débil, la persona "des-nace de nuevo (otra vez)" pero al arrepentirse de su pecado, esta persona "nace de nuevo (de nuevo de nuevo)". Lo mismo pasa con el creyente cuando aplicamos el hecho de que el creer es pasar de muerte a vida (Juan 5:25), si la persona que cree en Cristo de corazón y es salva pasa de "muerte a vida", al perder su salvación pasa de "vida a muerte" pero al arrepentirse de su pecado pasa de "muerte a vida otra vez" pero si peca o pierde la fe pasa de "vida a muerte otra vez otra vez". Se da cuenta del problema. No es solamente ilógico sino ¡anti-bíblico!

Mientras no deje de creer...

Cuando estaba en la sociedad de niños nos enseñaban un corito que decía "subiendo y bajando nunca llegaremos, subamos, subamos mirando a Cristo…". Es increíble que lleguemos a pensar que un creyente viva una vida como un "Yo-Yo", subiendo y bajando. A la verdad hay personas que viven vidas como un "Yo-Yo", si van a un retiro de tres o cuatro días su fe esta en a todo dar y están subiendo a toda velocidad, pero cuando pasan dos o tres semanas y se enfrentas a las dificultades de la vida, la fe les comienza a fallar y van hacia abajo con la misma velocidad que cuando subieron. Esta vida de "Yo-Yo" solamente puede ocurrir cuando se trata de alcanzar el cielo por nuestras propias fuerzas, y cuando se mide la salvación por los sentimientos. Cuando oramos una hora al día "nos sentimos" bien salvos, pero cuando oramos 10 minutos "no nos sentimos" tan salvos.

Es necesario entender que la "fe genuina" es la marca de un creyente verdadero.  Y no todo el que dice tener fe la tiene verdaderamente.  El apóstol Santiago nos dice...

Santiago 2:10 ...también los demonios creen y tiemblan.

Existe una diferencia muy grande entre la fe verdadera y la fe que es vana y pasajera.  Cuando una persona cree por un poco de tiempo y luego se aparta la Biblia dice que esta persona era "mala tierra", "pedregales" cuya fe no tiene raíz. ¡La raíz es Cristo! (Rev. 5:5)

Una fe no puesta netamente en Cristo, no es una fe genuina ni verdadera, por eso deja de creer y muere cuando sale el sol y la quema. La otra fe es la fe entre espinos.  Es una fe en "tierra mala". Deja de ser y es ahogada  porque esta es una fe emotiva y momentánea que estaba dividida entre lo material y lo espiritual.  La verdadera fe no deja de ser, es aquella tierra que da fruto al 30 al 60 y al 100 por uno.  Esta fe es don de Dios a sus escogidos...

Efesios 2:8 Porque por Gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros sino que es don de Dios.

Filipenses 1:29 Porque a vosotros os ha sido dado, a causa de Cristo no solo que creáis en él, sino que también que padezcáis por él.

Esta fe se fortalece en la prueba, no es ahogada por los espinos, ni se apaga ni se muere cuando el sol calienta sino que se fortalece en Cristo.

Romanos 4:20-21 Tampoco dudo [Abraham], por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido

Una persona que deja de creer simplemente está dando a conocer lo que realmente es,

I Corintios 15:1-2 Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, sino creísteis en vano.

El que retiene la palabra predicada, es salvo, el que no la retiene, nunca fue salvo.  Creyó con una fe vana. La palabra vana significa: vacía, falsa, inútil, sin fundamento o sin provecho.  En el verso de 1 Corintios 15:14, el apóstol Pablo dice: "si Cristo no resucitó de entre los muertos, vana es nuestra predicación y vana  nuestra fe".  Entonces sería el cristianismo una predicación y una fe falsa, vacía y sin fundamento y sin provecho.

La fe es como una semilla.  Una semilla vana no puede producir fruto.  Aunque por fuera a la vista parece ser igual a las demás por dentro es distinta, es infértil y no produce fruto.

Objeciones contestadas:

¿Pero que de aquellos versos que claramente advierten a los creyentes?

Es necesario que todos seamos advertidos. La advertencia nos sirve de guía, la Biblia es una vara que corrige, es viva y eficaz, más cortante que toda espada de dos filos que penetra hasta el tuétano. Cuando los VERDADEROS CREYENTES oyen la Palabra la obedecen, pero los FALSOS CREYENTES no la obedecen sino que la ignoran y como fin reciben la paga por su desobediencia. La misma Palabra de Dios será para ellos juicio…

Juan 12:48 El que me desecha, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue: la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero.

La desobediencia a la Palabra de Dios es PRUEBA de que estos NO SON verdaderos creyentes. Estos son los que se engañan a sí mismos pero Dios no puede ser burlado, lo que el hombre siembra eso también segará (Gálatas 6:7). No importa el tiempo que se halla estado en la iglesia, la persona que no recibe las palabras de la Biblia será juzgada por esa misma palabra. El verdadero creyente tiene la ley escrita en su corazón (Jeremías 31:31; Hebreos 8), lo que significa que tiene el Espíritu Santo dentro de sí y que él le guía y le enseña toda verdad. La Biblia es un espejo que nos va mostrando como estamos hasta que lleguemos a la verdad del conocimiento y la santidad en Cristo. Si no tenemos la advertencia, ¿de qué manera sabemos si estamos en la fe o no?

2 Corintios 13:5 Examinaos á vosotros mismos si estáis en fe; probaos á vosotros mismos. ¿No os conocéis á vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros? Si ya no sois reprobados.

Esto solamente lo sabemos cuándo nos miramos en el espejo de la Biblia. Así nos probamos si estamos o no en la fe.

¿Y Que de Aquellos que se Apartaron de la Fe?

Jesús nos dijo claramente cómo podemos saber quién es verdaderamente su discípulo. Aquellos que no obedecen la palabra y la corrección no son verdaderamente discípulos. Un texto que a menudo es usado para probar que alguien puede llegar a perder su salvación lo es el siguiente…

Hebreos 6:4-6 Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron el don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo.  5 Y asimismo gustaron la buena palabra de Dios, y las virtudes del siglo venidero, 6 Y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios, y exponiéndole á vituperio.

Primeramente es preciso notar que si este verso estuviera diciendo que es posible perder la salvación, también es necesario notar que dice que es IMPOSIBLE volver a ser salvo. Aunque a primera vista tal parece que aquellos de los cuales se habla que fueron iluminados y participaron de los bienes venideros hayan sido verdaderos creyentes, de acuerdo a la definición de Cristo, no lo eran, ni lo son, ni lo serán. Si seguimos leyendo esta cita vemos la descripción que da el autor respecto a estas personas…

Hebreos 6: 7-8 Porque la tierra que bebe el agua que muchas veces vino sobre ella, y produce yerba provechosa á aquellos de los cuales es labrada, recibe bendición de Dios: 8 Mas la que produce espinas y abrojos, es reprobada, y cercana de maldición; cuyo fin será el ser quemada.

Jesús comparó a las personas con distintos tipos de tierra. En la parábola del sembrador nos dio la definición de la "buena tierra". La "buena tierra" según Jesús, es aquella que recibe la semilla (Palabra) y produce fruto…

Mateo 13:23 Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y el que lleva fruto: y lleva uno á ciento, y otro á sesenta, y otro á treinta.

Lucas 8: 15 Mas la que cayó en buena tierra, estos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y DAN FRUTO CON PERSEVERANCIA.

Entendiendo entonces que la buena tierra es la que produce buenos frutos, podemos ver que esta tierra de la que se habla en Hebreos 6: 4-8 es la que produce espinas y abrojos y por lo tanto es "mala tierra, no es la buena tierra de la que habló Jesús.

Mateo 7:15 Y guardaos de los falsos profetas, que vienen á vosotros con vestidos de ovejas, mas de dentro son lobos rapaces.  16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Cógense uvas de los espinos, ó higos de los abrojos? 17 Así, todo buen árbol lleva buenos frutos; mas el árbol maleado lleva malos frutos.

Lucas 6:43 Porque no es buen árbol el que da malos frutos; ni árbol malo el que da buen fruto.  44 Porque cada árbol por su fruto es conocido: que no cogen higos de los espinos, ni vendimian uvas de las zarzas.

Es mucho más probable que estos de los que se habla en Hebreos 6 sean algunos hipócritas de los que se engañan a sí mismos pero no a Dios.  La buena tierra es la que permanece y persevera llevando frutos. Dios no puede ser burlado.

¿Qué podemos concluir?

Si creemos que la Biblia es la Palabra de Dios y que ha sido inspirada por el Espíritu Santo, entonces tenemos que admitir que no pueden existir contradicciones en ella. Lo que a simple vista puede parecer una contradicción, se hace claro cuando escudriñamos la Biblia y pedimos a Dios que nos dé entendimiento para poder saber la verdad. La Biblia "no nos puede estar enviando dos mensajes opuestos". No nos puede decir que "estamos completamente salvos" y a la misma vez "que estamos en peligro de perdernos". ¿Qué  podemos hacer entonces? Hacemos lo que todo buen estudiante de la Biblia hace. No ponemos versos a duelo unos con otro. No basamos nuestra doctrina o interpretación en uno o unos pocos versos cuando la Biblia en su totalidad claramente dice y enseña lo contrario, no ignoramos ningún verso.

¿Cuál es la Doctrina Bíblica de la Perseverancia?

Lo que NO ES esta Doctrina

Ahora pasaremos a ver cuál es la verdadera doctrina de la perseverancia y seguridad eterna de los santos, pero antes de entender lo que es esta doctrina, creo que debemos aclarar "lo que NO es" esta doctrina.

No es libertinaje...

La perseverancia o Eterna Seguridad de los Santos no es libertinaje. Aunque esta doctrina puede llevar a las personas a creer de tal manera, esto no es lo que enseña esta doctrina. El apóstol Pablo dijo:

Romanos 3:8; 6:1; 6:15 ¿Qué pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la Gracia abunde? En Ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿Cómo viviremos aun en él?

Pablo les dice a sus lectores que cuando abunda el pecado la gracia de Dios abunda aun más. Eso es lo que es la verdadera gracia de Dios, que aunque existe el pecado y abunda, la misericordia de Dios sobre-abunda. El pecado no tiene más poder sobre el creyente nacido de nuevo. Dos cosas debemos de notar en este verso…

  • Primero, si el mensaje de Gracia que usted predica no provoca a sus oyentes a hacerse esta pregunta: ¿Perseveraremos en el pecado para que la Gracia abunde? Entonces su mensaje no es el mismo mensaje de Gracia que Pablo predicó.
  • Segundo, si su contestación no es la contestación que Pablo dio, su mensaje de Gracia tampoco es el mensaje que Pablo predicó.

Existen algunos falsos maestros que enseñan que el creyente no tiene problema si continúa una vida de pecado. Hace un tiempo atrás tuve conocimiento de un estudiante en una escuela cristiana privada al cual su maestro le enseñaba que si él creía en Cristo y después se iba a robar un banco y a vivir en pecado, les preguntaba ¿Si todavía estaba salvo? y les decía a sus estudiantes "que sí", que no había problema con eso porque ya había creído en Cristo. Por supuesto, la madre de este muchacho estaba muy descontenta y alarmada por lo que me preguntó lo que yo pensaba al respecto. Estas son las enseñanzas que destruyen la verdad de una doctrina. La contestación a este maestro debía ser que quizás aquel que fue a robar el banco y a vivir en pecado nunca fue salvo verdaderamente ya que un encuentro verdadero con Cristo cambia la persona.

I Corintios 5:1 De modo que si alguno esta Cristo, nueva criatura es…

Ejemplo de esto lo vemos en la vida de María Magdalena, una mujer prostituta que fue cambiada cuando conoció a Cristo.  También lo vemos en la vida de Zaqueo que robaba a sus clientes pero cuando conoció a Cristo devolvió lo que había robado cuatro veces más. También lo vemos en la vida de Pablo que perseguía la iglesia y mataba a hombres y los echaba en la cárcel pero cuando tuvo un encuentro con Cristo, su vida cambió completamente.

El apóstol Pedro nos dice:

1 Pedro 2:16pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios.

Judas nos dice:

Judas 4 Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios…

Y aun Pablo, el apóstol de la Gracia, claramente nos atestigua que la Gracia de Dios nos enseña que debemos vivir en santidad…

Tito 2:11 Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente

Hebreos 12:14 Seguid la paz con todos, y la santidad sin la cual nadie verá al Señor.

No es cristianismo sin compromiso

Muchos enseñan que el simple hecho de que una persona un día levantó su mano, repitió la oración del arrepentido en una campaña o iglesia en algún otro lugar, ya esta persona es salva se le pone el nombre de "cristiano" y no importa lo que pase, va camino al cielo. Si se aparta y se va, algunos dicen que perdió su salvación pero otros dicen que sigue salvo para siempre. A la verdad que no puede haber una mentira más grande que esta ni un engaño que haga daño a la persona más que este.

La doctrina de la "perseverancia de los santos" es exactamente eso mismo. "Los santos perseveran y los que perseveran son los santos". La perseverancia no es solamente importante sino que es imprescindiblemente necesaria, la Biblia claramente nos indica esta verdad:

Mateo 10:22; 24:14 …El que perseveraré hasta el fin, ese será salvo.

La fidelidad es la marca del verdadero creyente escogido por Dios desde antes de la fundación del mundo. Jesús mismo nos dijo que la razón por la cual habíamos sido escogidos era para que tuviéramos fruto que PERMANACE…

Juan 15:16  No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto PERMANEZCA…

El fruto del Espíritu es fe (Gálatas 5:22), así que la idea de que no importa si permanezco o no, o si doy fruto o no, soy salvo, es completamente ajena a la Palabra de Dios y a la doctrina de la Perseverancia y la Seguridad del Creyente. Un pámpano que no da fruto y un fruto que no permanece, es clara indicación de que no se pertenece, después de todo Cristo mismo dijo “por sus frutos les conoceréis”.  Si el pámpano no lleva fruto, entonces no es un verdadero creyente.

Lo que sí es la Doctrina

Una vez y hemos dejado claro LO QUE NO ES la doctrina de la Perseverancia y Seguridad de los Santos, podemos proceder a estudiar LO QUE SÍ ES esta doctrina.  Muchos piensan que esta doctrina es un invento de algunos locos liberales o farsantes que quieren dañar el evangelio. Pero lo cierto es que esta doctrina es el centro mismo del evangelio y se encuentra entretejida en las páginas de la Biblia. La Palabra evangelio significa "buenas noticias" y eso es exactamente lo que es esta doctrina de la Gracia. Son las buenas noticias de que nuestro destino futuro está en las manos del Dios y que él nos guarda día y noche hasta el fin. Esta doctrina no fue invento de San Agustín, ni de Calvino como creen algunos sino que es la doctrina de Gracia que se encuentra diseminada en las páginas de la Biblia tal y como fueron escritas por el Apóstol Pablo y los demás apóstoles y escritores del Nuevo Testamento.

Para poder entender esta doctrina, debemos de comenzar por el Antiguo Testamento. Si leemos el libro de Jeremías veremos algo muy interesante respecto a lo que se dice tocante al Nuevo Pacto…

Jeremías 31: 31-34 He aquí vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. No como el pacto que hice con sus padres el día que tome su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová. Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo... ...porque yo perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.

De acuerdo al profeta Jeremías, Dios había de hacer un Nuevo Pacto con su  pueblo Israel. Este Nuevo Pacto venia como consecuencia de que el pueblo de Israel había invalidado el pacto anterior. El Pacto anterior había sido invalidado por el pecado. El autor del libro de Hebreos nos testifica claramente que este pacto es el pacto que Cristo estableció en la cruz del Calvario.

Hebreos 8:6; 10; 12 Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas… Pondré mis leyes en la mente de ellos, y sobre su corazón las escribiré; y seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo… y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades.

Este es el Nuevo Pacto el cual fue prometido a Israel. A diferencia del pacto anterior este Nuevo Pacto NO PUEDE SER INVALIDADO POR EL PECADO sino que permanecerá para siempre. Pero… ¿Cómo es esto? El creyente nacido de nuevo ha recibido la ley de Dios en su corazón y por lo tanto esta ley gobierna su vida y le guía a donde debe de estar. Esta ley escrita en el corazón de cada creyente es el Espíritu Santo de Dios que mora dentro del. Este Espíritu que es la presencia de Dios mismo dentro de la persona es quién guía, redarguye y enseña al cristiano. Además otro aspecto es la doctrina bíblica de la justificación: De acuerdo a este pacto Dios no le tomaría en cuenta a los hombres sus pecados, estos habían de ser juzgados en la cruz de Cristo cuando él daría su vida "en lugar de muchos".  Por lo tanto, para que el Nuevo Pacto quede invalidado ciertas cosas deben de ocurrir:

La ley necesita ser "borrada" de dentro del corazón y la mente de la persona.
Dios debe de "acordarse" de los pecados y las iniquidades
Cristo debe de "dejar de interceder" por nuestros pecados
Dios debe de "des-perdonar" los pecados y las iniquidades
La Biblia "mentiría" cuando dice que el creyente ha sido hecho perfecto por la cruz de Cristo
La obra y sacrificio de Cristo en la cruz  "se haría" ineficaz
La Justificación del pecador solo por la gracia por medio de la fe sería mentira (esto es algo muy grave)

 

Si la persona pierde su salvación al pecar el Espíritu Santo debe de salir de ella, pero si se arrepiente este Espíritu vuelve y así sucesivamente. Parecido a eso era la condición del pueblo de Israel bajo el Antiguo Pacto. Cada año debían de presentarse sacrificios expiatorios por la nación (aparte de los individuales) que no perfeccionaban a nadie, la persona gozaba de un perdón temporal que volvía a desaparecer al momento que pecaban de nuevo, pero ahora aquellos sacrificios sin fuerza alguna para perdonar eternamente han sido reemplazados 'para siempre' por el sacrificio perfecto de Cristo en la cruz del Calvario.

La definición de los términos

Es necesario establecer la correcta definición de los términos "Seguridad" y "Perseverancia" de los santos. Es necesario entender que estos términos van mano a mano. No puede haber Seguridad Eterna si el verdadero creyente no persevera y la razón por la que el verdadero creyente persevera es porque Su salvación esta Eternamente Segura. Una cosa no puede funcionar sin la otra.

¡Los Cristianos están seguros en Cristo porque perseveran y los cristianos perseveran porque están seguros en Cristo!

La Biblia especifica que el que perseverare hasta el fin será salvo pero Dios asegura esta perseverancia para que se cumpla la promesa de que los santos estaban seguros en la mano de Dios.  De hecho, la perseverancia no es lo que ‘asegura’ el final sino que es ‘fruto’ que identifica al salvado.

¿Qué es la Seguridad y La perseverancia de los Santos?

La Seguridad de la Salvación no es otra cosa que la más bella doctrina bíblica de confianza en Cristo Jesús que un cristiano en cualquier época pueda tener. Saber que Jesucristo ha asegurado que usted es salvo a pesar de sus flaquezas y debilidades es solo causa gozo al llegar a comprenderse. Jesucristo estableció tal verdad cuando claramente nos dijo lo siguiente…

Juan 10:27-29 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; Y NO PERECERAN JAMAS, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y NADIE LAS PUEDE ARREBATAR DELA MANO DE MI PADRE.

¡La Biblia es clara! El problema está en si usted y yo la creemos. Estas Palabras de Jesús son garantía total de que la vida del verdadero creyente está segura en la mano de Cristo y del Padre. Jesucristo nuestro Seño y Salvador es quién está con nosotros y nos confirma hasta el fin y por eso estamos seguros…

Mateo 28:18 Id y haced discípulos a todas las naciones bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí YO ESTOY CON VOSOTROS TODOS LOS DIAS HASTA EL FIN DEL MUNDO. Amén.

I Corintios 1:7-8 De tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor.

Se da cuenta que el verso anterior dice que somos confirmados por Jesucristo hasta el fin y que esto es porque fuimos llamados por el Padre para tener comunión con su Hijo, y Dios es Fiel a su llamado.

II Tesalonicenses 3:3 Pero fiel es el Señor, que OS AFIRMARÁ Y GUARDARÁ DEL MAL.

I Corintios 10:13 Fiel es Dios, que no os dejará ser tentado más de lo que podéis resistir, sino que da también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.

La fidelidad de Dios a su promesa es la que nos mantiene seguros en él. No depende de usted ni de mí, depende de Dios.

No hay condenación

Debemos aclarar aquí que el llamamiento a la excelencia en conducta de vida de ninguna manera significa que los creyentes verdaderos son "súper hombres" o "súper mujeres" que no tienen pecado y que sus fuerzas no flaquean. Los cristianos caen y a veces  dura y feamente...

1 Juan 1:8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos

Los VERDADEROS creyentes procuran  agradar a Dios, no para ser salvos sino para mostrarle su agradecimiento pero aun así pecan,  fallan y cometen errores,  pero NO CONTINUAN en el pecado, le duele su pecado y se arrepienten de todo corazón (Salmo 51) ADEMÁS, cuando pecan tienen la seguridad de que su abogado les defiende ante el Padre.   "Porque abogado tenemos para con el padre, a JESUCRISTO el justo", tenemos un Sumo Sacerdote, un mediador que se compadece de nosotros y comprende nuestras debilidades.  La sangre de Jesucristo nos limpia de todo pecado.  Dios nos levanta y nos restablece...

Salmos 37:23-24 "Por Jehová son ORDENADOS los pasos del hombre, y ÉL aprueba su camino. Cuando el hombre CAYERE, NO QUEDARÁ POSTRADO porque JEHOVÁ SOSTIENE SU MANO"

Salmo 145:14 Sostiene Jehová a todos los que caen, y levanta a todos los oprimidos.

Nuestra vida está escondida en Dios por medio de Cristo.

La perseverancia no es otra cosa que la manifestación de la obra de seguridad manifestada en nuestras vidas. Los verdaderos cristianos perseveran. No porque sean súper hombres o súper mujeres pero si porque Dios ha hecho y está haciendo una obra en ellos…

Filipenses 1:6 Estando convencido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.

I Tesalonicenses 5:23-24 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu alma y cuerpo sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es el que llama, el cual también lo hará.

Dios es el que está haciendo la obra en nosotros, por eso perseveramos. Podemos vivir confiados en que no seremos dejados un solo momento por qué el Padre es fiel y Cristo es fiel.

II Timoteo 4:18 El Señor me librará de toda obra mala y me preservará para su reino celestial

I Pedro 1:5 Que sois GUARDADOS POR EL PODER DE DIOS mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero

Podríamos seguir presentando verso tras verso de esta verdad que cubre las Sagradas Escrituras pero no hay forma más bella de terminar este estudio que con las palabras del salmista David quién estando tan seguro de su salvación y confiado en que su Salvador no le dejaría solo ni un momento sino que lo confirmaría hasta llegar a morar en la casa de Jehová por LARGOS DIAS, escribió el Salmo 23.


Salmos 23

 

1 JEHOVA es mi pastor; nada me faltará. 2 En lugares de delicados pastos me hará yacer: Junto á aguas de reposo me pastoreará. 3 Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. 4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno; porque tú estarás conmigo: Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. 5 Aderezarás mesa delante de mí, en presencia de mis angustiadores: Ungiste mi cabeza con aceite: mi copa está rebosando. 6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida: Y en la casa de Jehová moraré por largos días


 

 



[i][i] Romanos 7:14-24 es una porción de la palabra que es debatida. Algunos como los Arminianos y los Católicos y todos los Pelagianos interpretan que Pablo habla de una experiencia antes de la conversión y otros como los Protestantes y Reformados creen que se trata de la experiencia posterior a la conversión.  Por varias razones creemos que se trata de una experiencia posterior a su conversión al Cristianismo y su nuevo nacimiento.  El pasaje se presenta en tiempo ‘presente’, no ‘pasado’ y nos muestra una persona extremadamente espiritual que ‘ama’ la ley de Dios y odia el pecado.  Vemos a alguien que desea profundamente obedecer tal ley y que se deleita en las cosas espirituales (v. 22), cosas que una persona no regenerada (nacida de nuevo) simplemente no puede ni quiere hacer según la revelación bíblica.  Una lucha similar a esa la vemos en la descripción del creyente en su lucha diaria contra el pecado tal como es presentado en la epístola a los Gálatas capitulo 5:17. Allí, igual que acá Pablo presenta la lucha del hombre entre el espíritu y la carne “para que no hagáis lo que quisieres”.