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El Bautismo Bíblico: 
¿Por Derramamiento o Sumergimiento?
 

-por Jorge L. Trujillo  


Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo  

Mateo 28:19  


No es difícil darnos cuenta de la calurosa batalla existente dentro del pueblo de Dios en cuanto a varios temas o doctrinas que causan variedad de opiniones.  Dentro de esos temas se encuentra el modo del bautismo.  En citaMateo 28:19 leemos que Cristo envió a sus seguidores a “hacer discípulos bautizándolos”, pero al parecer este mandamiento tan directo y al parecer tan sencillo y fácil de entender ha causado discordia y ha surgido la división entre los discípulos que siguieron a los apóstoles.  Al parecer los primeros seguidores de Cristo entendieron bien lo que era el bautismo ya que la Biblia no registra ninguna contienda o discordia sobre esto, pero no así los cristianos de nuestro tiempo.  Aunque todos están de acuerdo en que tienen que bautizar los discípulos la pregunta que surge es ¿de qué forma lo hacemos? Está bien los bautizamos, pero ¿Cómo los bautizamos - los sumergimos, o los bañamos de cabeza a pies, o los mojamos un poco, le derramamos agua sobre la cabeza o les rociamos el agua? ¡Auxilio! Por favor, ayúdenos ¿Cómo lo hacemos?  Y así comienza el debate.  Unos dicen, “los rociamos” y otros “los sumergimos”.  Creo que debemos ir directamente a la Biblia para poder contestar esta pregunta.  Alguien dijo “la Biblia su propio interprete”, y creo que es el método que debemos seguir si verdaderamente queremos llegar a la verdad del asunto.  Como dice la misma palabra “¡A la ley y al testimonio!” (Isaías 8:20).  

Los 'inmersionistas'[i] proponen incansablemente que el bautismo bíblico no debe ser nunca por afusión[ii] sino que debe ser ‘siempre’ por inmersión pues ese, según ellos, es el bautismo bíblico.  Otros grupos[iii] de cristianos mantienen que el bautismo bíblico no debe ser solamente por inmersión o sumergimiento sino que existen otros modos aceptables para bautizar.  Ellos proponen que aunque la inmersión ‘puede’ ser un modo aceptable, en realidad el bautismo también puede ser por afusión o sea, derramando o rociando agua sobre la persona que es bautizada.  

Para los inmersionistas el bautismo representa la sepultura y resurrección de Cristo y cuando el creyente es sumergido en el agua del río, lago, playa o bautisterio de alguna iglesia este se está identificando con la ‘sepultura y resurrección’ de Cristo.  Sin duda que para practicar este tipo de bautismo ellos encuentran base primeramente en la definición popular de la palabra griega ‘baptismo” [iv] y también en dos textos bíblicos:  

Romanos 6 1 ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde?  2 En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? 3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? 4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. 5 Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; 6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.  

Colosenses 2 12 sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos  

Según los inmersionistas, estos dos versos son suficiente evidencia para establecer que el bautismo debe ser por inmersión. Con estos versos ellos pueden ver una identificación con la sepultura y resurrección de Cristo.  Cuando la persona es sumergida en el agua y vuelta a sacar por el ministro, esto simboliza el que “somos sepultados juntamente con él [Cristo] en el bautismo”.  Según se dice, la única manera de demostrar tal identificación es por medio de una inmersión total en agua del cuerpo.  

Pero resulta interesante que aunque para muchos la palabra ‘bautismo’ significa sumergir en realidad la idea bíblica del bautismo no es precisamente eso.  La Biblia nos enseña que el ‘bautismo’ es en realidad una referencia al “efecto” que tiene la acción y no al “método” de la acción.  Creo que al haber confundido este detalle tan importante los inmersionistas han mal interpretado los pasajes presentados arriba.  Lo que es más importante sobre esto es que la Biblia nos da ejemplos y descripciones de varios ‘bautismos’ y ninguno de ellos se dice que fue por inmersión sino por afusión.  

¿Qué significa el Bautismo?  

Creo que antes de continuar con nuestro estudio debemos de entender que es lo que verdaderamente representa el bautismo en la Biblia.  Una vez tengamos esto claro podremos comprender el resto del estudio sobre este tema.  De la misma manera que la circuncisión bajo Abraham y más tarde bajo el Antiguo Pacto tenía su significado, el bautismo en agua también tiene su significado muy importante para el creyente. Debemos entender que el significado principal del bautismo es “la salvación”.  El bautismo ‘representa’ la salvación del individuo.  Esta salvación es tipificada en el bautismo de varias maneras las cuales listamos a continuación y que luego consideraremos detenidamente para poder tener un entendimiento más claro sobre cada punto en particular:  

El Bautismo Representa la Salvación:

1.     Representa el bautismo en el Espíritu Santo

a. En la purificación del pecado

b. En la unión a su cuerpo (de Cristo)

i. Es la puerta de entrada a la Iglesia visible

2.     Representa la unión personal con Cristo

a. En la cruz de sus padecimientos

b. En Su muerte y sepultura

c. En su vida resucitada

3.      Representa la presencia del Espíritu Santo y la transformación del corazón

Ahora procedemos a analizar cada uno de estos puntos separadamente:

El Bautismo en el Espíritu Santo. Un aspecto muy importante en la doctrina Cristiana es “el bautismo del Espíritu Santo”.  El bautismo en el Espíritu Santo tiene dos aspectos 1.) Purificación de Pecados y 2.) Unión al Cristo (como resultado de lo primero).  Por medio del bautismo en agua se ‘representa’ el verdadero bautismo que puede ser obrado solamente por intervención divina.  Cuando Juan bautizaba en el Jordán a todos aquellos que venían a ser bautizados por él, él les dijo:

Mateo 3 11 Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.

Más adelante veremos dos aspectos importantes del bautismo en el Espíritu Santo.  Primeramente la purificación del pecado y segundo la unidad al cuerpo de Cristo.

En la purificación del pecado:

Miremos primeramente el punto número uno de nuestra lista, “la purificación del pecado”.  En el ministerio de Juan el bautista vemos como las personas iban al bautismo y “confesaban sus pecados” al ser bautizados.  Esto nos demuestra la necesidad de “purificación” que representa el bautismo:

Mateo 3:6 y eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados.

Marcos 1:4 Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados.

Marcos 1:5 Y salían a él toda la provincia de Judea, y todos los de Jerusalén; y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados.

Lucas 3:3 Y él fue por toda la región contigua al Jordán, predicando el bautismo del arrepentimiento para perdón de pecados

La verdad de que el bautismo ‘representa’ purificación de la suciedad la podemos ver también cuando Jesús vino a Juan para ser purificado por él.  Juan dijo: “Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?”(Mateo 3:13-14), con esto Juan dio a entender que el también necesitaba ser limpio de pecados a la vez que reconocía que Cristo estaba sin pecado alguno y no tenía necesidad del bautismo.

Seguro que usted estará pensando, si eso fue el bautismo de Juan pero ¿Que del bautismo de los cristianos, será lo mismo? Bueno, en varias ocasiones en el Nuevo Testamento vemos que los Apóstoles también enlazan el bautismo con el lavamiento de pecados como lo hizo Pedro en el día de Pentecostés y luego también Ananás en el bautismo de Pablo:

Hechos 22 38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.

Hechos 22 12 Entonces uno llamado Ananías, varón piadoso según la ley, que tenía buen testimonio de todos los judíos que allí moraban, 13 vino a mí [a Pablo], y acercándose, me dijo: Hermano Saulo, recibe la vista. Y yo en aquella misma hora recobré la vista y lo miré. 14 Y él dijo: El Dios de nuestros padres te ha escogido para que conozcas su voluntad, y veas al Justo, y oigas la voz de su boca. 15 Porque serás testigo suyo a todos los hombres, de lo que has visto y oído. 16 Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre.

La razón por la que el bautismo tipifica la purificación de los pecados es porque cuando la persona se bautiza está reconociendo que necesita ser limpia de la suciedad del pecado tanto por naturaleza (Romanos 5:12, 19) como por hechos (Romanos 3:23).  El bautismo es una ceremonia de purificación o un "lavamiento".  Solo aquellos que son limpios de pecado pueden tener parte con Cristo y la comunión de su cuerpo, por lo tanto la única manera de ser ‘anexados’ a Cristo es si primero somos “limpios” de nuestros pecados.  Alguien cuyos pecados hayan sido purificados puede unirse a Cristo y esa purificación es tipificada por medio del bautismo.  El bautismo dice “eres limpio”.  El autor a los hebreos dice “acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura (Hebreos 19:22). El agua es tipifica la palabra de  Dios que es la que purifica al creyente cuando es aplicada por el Espíritu Santo.  Sobre esta limpieza interior Cristo dijo a sus discípulos exceptuando a Judas “Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.” (Juan 15:3) y el Apóstol Pablo escribe “Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. (Efesios 5:25-27).

En la unión al cuerpo de Cristo:

Un aspecto de la salvación es la unidad a Cristo y sin unión a Cristo NO puede haber salvación.  Todos los que han sido salvos, son salvos y han de ser salvos, ya sean grandes o sean pequeños, lo pueden ser solamente por medio de la  unión con Cristo. Este aspecto del bautismo representa la unión o identificación con Cristo porque solamente en Cristo hay salvación. Una vez el individuo ha sido limpiado y purificados de sus pecados, entonces puede ser unido a Cristo.

El bautismo en el Espíritu Santo no solamente “limpia” a los creyentes sino que también les une al cuerpo de Cristo.   Esto también tiene que ver con lo que dijo Juan que Cristo haría, “bautizar con Espíritu Santo”. El Apóstol Pablo nos dice “por un mismo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo” (1 Corintios 12:13).  Esto es referente a la obra del Espíritu que nos 'limpia' y nos une al cuerpo de Cristo que es la iglesia.

El que bautiza con Espíritu Santo es Cristo.  Es interesante observar Cristo nunca bautizó a nadie con agua sino que los discípulos de Jesús fueron quienes lo hicieron.  Cristo no bautizó con agua porque él no vino a cumplir el “tipo” (en agua física natural) sino que el cumple la realidad con el agua del Espíritu Santo.

En la unión  a la Iglesia visible

El bautismo en agua “marca” o “sella” el momento cuando se comienza a pertenecer al cuerpo visible de Cristo – la iglesia – el pueblo del Pacto.  Los miembros entran a tomar parte de las obligaciones del Nuevo Pacto en la Iglesia cosa que antes no tenían.  Con el bautismo se marca esa separación entre antes y después de Cristo en la vida de cada persona.  El bautismo es la entrada ‘visible’ al cuerpo ‘visible’.  Aunque es Cristo quién obra el bautismo ‘espiritual’ y quien da entrada al reino espiritual (1 Corintios 12:13), de la misma forma el bautismo en agua marca la entrada al reino de los cielos terrenal la cual es exteriorizada en el grupo de creyentes llamados la iglesia.  Solo aquellos que han sido bautizados en agua pueden ser reconocidos como miembros de la iglesia de Cristo.  Hay “un solo bautismo” (Efesios 4:5), el del Espíritu Santo (1 Corintios 12:13). El bautismo en agua es la "señal" y "representación" de ese "SOLO BAUTISMO".

Representa la unión personal con Cristo:

Cuando alguien es bautizado, este bautismo representa no solamente la unión al cuerpo corporativo de Cristo – la iglesia, sino que representa la unión individual de cada uno con Cristo en su muerte y su resurrección.  Es a esto lo que se refiere Romanos 6 y Colosenses 2 cuando dice Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo...”. Por medio del bautismo cada persona es identificada personalmente con la muerte y resurrección de Cristo.  Cada uno es visto espiritualmente ‘crucificado’ y ‘resucitado’ juntamente con Cristo: “sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él (Romanos 6:6).  Pablo decía “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí”.  Los creyentes son identificados con Cristo en su resurrección “en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados” (Colosenses 2:12-13).

Representa la presencia del Espíritu Santo y la transformación del corazón:

Por medio del bautismo se testifica de la presencia del Espíritu Santo en la persona.  Pedro predicaba “Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.” Una vez más vemos que Pedro nos solamente enlaza el bautismo al perdón de pecados sino que también lo enlaza al recibimiento del Espíritu Santo.  Aunque el bautismo en agua de por sí no otorga el recibimiento del Espíritu Santo, esta verdad de que los que se arrepienten de sus pecados reciben el Espíritu Santo no puede escaparse del mensaje de Pedro.  Por lo tanto, vemos que la presencia del Espíritu Santo en la persona también es representada por el bautismo en agua.

Isaías 44:2-4 2 Así dice Jehová, Hacedor tuyo, y el que te formó desde el vientre, el cual te ayudará: No temas, siervo mío Jacob, y tú, Jesurún, a quien yo escogí. 3 Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos; 4 y brotarán entre hierba, como sauces junto a las riberas de las aguas.

El derramamiento de agua sobre el sequedal mencionado aquí, creemos que es una referencia al bautismo del Espíritu Santo durante este tiempo de la Iglesia del Nuevo Testamento.  El agua es tipo del Espíritu Santo y como vimos arriba, este bautismo del Espíritu Santo es representado por el bautismo en agua.  Por lo tanto, el bautismo en agua representa la presencia del Espíritu Santo.  Esta verdad la vemos también profetizada en el libro de Ezequiel de la siguiente manera:

Ezequiel 36 24 Y yo os tomaré de las naciones, y os recogeré de todas las tierras, y os traeré a vuestro país. 25 Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré. 26 Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne

Como vemos en este pasaje, el profeta habla de un tiempo el cual creemos que es con referencia a la edad presente de la iglesia.  Notamos que se menciona el ser “limpiados de vuestras inmundicias” como vimos anteriormente que representa el bautismo en agua.  Habla de “recibir un nuevo corazón” y “pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros”, y “quitaré el corazón de piedra y os daré un corazón de carne”, referente al nuevo nacimiento.  Todas estas promesas son producto de la regeneración y transformación que ocurre en el hombre que es salvado.

El modo del Bautismo Bíblico

Ahora, volviendo al tema que nos concierne y entendiendo el papel tan importante que representa “el bautismo en agua” para la iglesia, debemos también suponer que la Biblia debe darnos suficiente información como para poder llegar a una conclusión firme sobre cuál es el método más bíblico para el bautismo.

Aunque el bautismo por inmersión es muy aceptado y practicado por la mayoría de los evangélicos,  cuando revisamos el testimonio de la Escritura no encontramos ni un solo ejemplo donde se halla practicado un bautismo por inmersión [v] o que este haya sido definido bíblicamente únicamente como inmersión.  De hecho la Biblia da una serie de ejemplos de bautismo que no tienen que ver nada con inmersión.  Como hemos visto arriba, el bautismo con el Espíritu Santo, el más importante bautismo realizado en toda la Biblia se nos presenta como “derramar sobre”.  Si leemos los textos donde se menciona este bautismo vemos esta verdad:

Joel 2 (Profecía del bautismo del Espíritu Santo)

Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. También sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días.

Hechos 1 (Jesús hablando a sus discípulos)

4 Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí.  5 Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.

Hechos 2 (El Apóstol Pedro el día de Pentecostés-  diez días después)

16 Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: 17 Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños; 18 Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días     Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán

No cabe duda que el bautismo del Espíritu Santo en la Biblia no se presenta como una inmersión sino como un “derramamiento” de agua.  Al parecer el ‘derramar’ y el ‘rociar’ son palabras utilizadas intercambiablemente con referencia al bautismo.  Como vimos anteriormente en la profecía de Ezequiel sobre la venida del Espíritu Santo nos dice que sería un “rociar” de agua:

Ezequiel 36 24 Y yo os tomaré de las naciones, y os recogeré de todas las tierras, y os traeré a vuestro país. 25 Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré. 26 Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne

Interesantemente, creo que no es casualidad que el día de Pentecostés “estaban reunidos en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo” (Hechos 2:5).  Ese día todos esos que estaban allí procedentes de “las naciones” fueron traídos a su país y allí Dios “esparció sobre ellos agua limpia”.  Así que vemos que el “derramamiento” del Espíritu Santo es sinónimo al “esparcir sobre” ellos agua limpia para ser limpiados.  Por lo tanto, ya que el bautismo en agua ‘tipifica’ el bautismo en el Espíritu Santo lo más propio es que el bautismo en agua sea hecho de manera consistente con el real.  Que el agua sea “rociada o derramada sobre” los que están siendo bautizados.  Este ejemplo lo podemos observar en el bautismo que hacía Juan el Bautista.  El pueblo se preguntaba si él era el Mesías porque él venía bautizando a las personas y esa era una de las señales del Mesías de acuerdo a la profecía de Ezequiel 36:25 que dice  “esparciré sobre vosotros agua limpia”, y ellos esperaban de acuerdo a la profecía del Antiguo Testamento que el Mesías vendría haciendo lo que Juan el Bautista estaba haciendo, bautizando con agua.  Juan Bautista el darse cuenta de esto les dijo:

Lucas 3 15 Como el pueblo estaba en expectativa, preguntándose todos en sus corazones si acaso Juan sería el Cristo, 16 respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.

Por supuesto, tal como dijo Juan, Jesucristo el  Mesías prometido sí bautiza, pero él no lo hace con agua (H2O) sino con el Agua del Espíritu Santo del cual el agua natural es una representación (Hechos 1:5).

El bautismo de Jesús

Como leímos anteriormente, mientras Juan bautizaba en el río Jordán Jesús vino para ser bautizado por él.  Sabemos que Cristo no necesitaba ser bautizado porque era sin pecado y Juan mismo reconociendo esto se opuso a bautizarlo pero Cristo le dijo que procediera y lo hiciera porque era necesario “cumplir toda justicia” (Mateo 3:15).  Recordamos que Cristo dijo que él no había “venido a abrogar la ley sino a darle cumplimiento” (Mateo 5:17) y eso era precisamente lo que Jesús hacía cuando fue a ser bautizado, estaba dando cumplimiento a la ley.  Cristo fue el único hombre que pudo "cumplir toda justicia" que demanda la ley.  Por su perfección como el cordero sin mancha y como representante de una raza caída, Cristo cumplió (guardó) todos los mandamientos y ordenanzas de la ley de Dios en su vida y culminó su ministerio siendo el mismo puesto como sacrificio perfecto, llevando el pecado de su pueblo sobre la cruz del calvario.  Por eso Jesús comenzó su ministerio público a la edad de 30 años (Lucas 3:23) tal como la ley para los levitas que ministraban en el tabernáculo (Números 4:23, 30, 35); lo establecía y cumpliendo con el ritual de lavamiento o ‘purificación’ tal como era estipulado.  La ley establecía que los Levitas debían ser purificados antes de comenzar su ministerio “Así harás con ellos para su purificación: rociarás sobre ellos agua purificadora” (Números 8:7).  Por lo tanto es propio que Jesús fuera bautizado siendo “rociado con agua sobre él”.

La palabra ‘baptismo’

La mayor parte de la contienda se centra en el significado de la palabra ‘baptismo’ (bautismo) en griego la cual según los ‘inmersionistas’ significa siempre  y únicamente ‘sumergir’, ‘inmersión’.  Pero creemos que tal aceptación es impropia ya que la palabra ‘baptismo’ y sus derivados son utilizados en la Biblia de manera muy amplia lo cual puede incluir inmersión además de que los casos de bautismo mencionados en la Biblia no puede probarse que hayan sido por inmersión.

El diccionario Bíblico Easton dice lo siguiente sobre el uso de la palabra ‘bautismo’ en la Biblia:

El modo del bautismo de ninguna manera puede ser determinado de la palabra Griega rendida “bautizar”.  Los Bautistas dicen que significa “sumergir”, y nada más.  Eso es una visión incorrecta del significado de la palabra.  Significa ambas (1) sumergir una cosa en un elemento o liquido, y (2) poner un elemento o liquido sobre o encima de algo.  Por lo tanto, nada sobre el modo del bautismo puede ser concluido de la palabra meramente usada.  La palabra tiene una amplia latitud de significado, no solamente en el Nuevo Testamento, sino también en la LXX (Septuaginta)  la versión griega del Antiguo Testamento, donde es utilizada de las abluciones y bautismos requeridos por la ley Mosáica.  Estos eran efectuados por inmersión, por afusión, y por rociamiento; y la misma palabra, “lavamientos” (Hebreos 9:10, 13, 19, 21) o “bautismos”, los designa a todos ellos. En el Nuevo Testamento no se puede encontrar una sola ocasión bien autenticada donde la palabra signifique necesariamente inmersión.  Aun más, ninguno de las casos de bautismos registrados en los Hechos de los Apóstoles (2:38-41; 8:26-39; 9:17,18; 22:12-16; 10:44-48; 16:32-34) favorece la idea de que fueron hundiendo la persona bautizada, o por inmersión, mientras que en algunos de ellos ese modo es altamente improbable.

Si ve el uso de la palabra ‘bautismos’ en Hebreos 9:10 notamos que el modo de bautismo es establecido como ‘rociar’ y no como ‘sumergir’. Dice:

Hebreos 9 8Queriendo el Espíritu Santo dar a entender esto: que el camino al Lugar Santísimo aún no había sido revelado en tanto que el primer tabernáculo permaneciera en pie;  9lo cual es un símbolo para el tiempo presente, según el cual se presentan ofrendas y sacrificios que no pueden hacer perfecto en su conciencia al que practica ese culto,  10puesto que tienen que ver sólo con comidas y bebidas, y diversas abluciones [bautismos] y ordenanzas para el cuerpo, impuestas hasta el tiempo de reformar las cosas

Como vemos la palabra traducida en español como ‘abluciones’ o ‘lavamientos’, es en realidad la palabra griega ‘baptismos’, sin embargo como hemos de ver adelante estos bautismos son en referencia no a ‘inmersión’ sino a ‘rociamientos’ de agua como una ceremonia de purificación lo que nos hace entender el modo del bautismo bíblico.  El escritor del libro de Hebreos nos presenta en adelante varios ejemplos de bautismos utilizados en el Antiguo Testamento.  Leamos:

13Porque si la sangre de los machos cabríos y de los toros, y la ceniza de la becerra rociada sobre los que se han contaminado, santifican para la purificación de la carne, 14¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual por el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, purificará vuestra conciencia de obras muertas para servir al Dios vivo?

19Porque cuando Moisés terminó de promulgar todos los mandamientos a todo el pueblo, conforme a la ley, tomó la sangre de los becerros y de los machos cabríos, con agua, lana escarlata e hisopo, y roció el libro mismo y a todo el pueblo20diciendo: ESTA ES LA SANGRE DEL PACTO QUE DIOS OS ORDENO. 21Y de la misma manera roció con sangre tanto el tabernáculo como todos los utensilios del ministerio. 22Y según la ley, casi todo es purificado con sangre, y sin derramamiento de sangre no hay perdón. 23Por tanto, fue necesario que las representaciones de las cosas en los cielos fueran purificadas de esta manera, pero las cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que éstos.

Como podemos ver claramente, los bautismos referidos en Hebreos 9:10 son “la sangre de la becerra rociada” (vs. 13), “Moisés tomó la sangre y la roció sobre el libro y el pueblo” (vs. 19), “Moisés roció el tabernáculo y los utensilios del ministerio” (vs. 21), “las cosas fueron purificadas con derramamiento de sangre” (vs. 23).

Interpretación de Romanos 6 y Colosenses 2:

Una interpretación correcta de no respalda la visión de los inmersionistas.  Tanto en Romanos 6 como en Colosenses 2 lo que se tiene en vista NO ES el bautismo en agua sino el bautismo en el Espíritu Santo:

Romanos 6 1 ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? 2 En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? 3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?

Está hablando de ser bautizados en Cristo (en su cuerpo), no en agua.

Colosenses 2 11 En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo; 12 sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos. 13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados

Hacemos bien si tomamos los versos dentro de su contexto, de esa forma podemos ver realmente de que se trata. Alguien dijo “un texto fuera de contexto es un pretexto”, y ese parece ser el asunto aquí con estos textos.

Si se fija en Romanos 6 se dice:

“Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él...?" (verso 2) "los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte...” (verso 3) “somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo”... (verso 4) “fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte” (verso 5) “nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido (en la muerte)...” (verso 6)

¿Cómo es que alguien es crucificado JUNTAMENTE con Cristo por el bautismo en agua? ¡IMPOSIBLE! si se trata de agua literal, pero MUY POSIBLE si se trata del Bautismo del Espíritu. El mensaje de Pablo es el bautismo ‘ESPIRITUAL’ obrado por Dios y no por los hombres. Pero sigue diciendo la Palabra en los verso 7 y 8:

7 Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado. 8 Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él

¿El que ha muerto cómo? ¿Justificado del pecado cómo? ¿Metido bajo el agua? ¡NO! ¡Muerto JUNTAMENTE con Cristo en el Bautismo Espiritual!

Todo este contexto está tratando de algo mucho mayor que el bautismo en agua. Se trata del bautismo en el Espíritu Santo y la JUSTIFICACIÓN por medio de la FE en Cristo. Y es claro que el bautismo en el Espíritu Santo NO ES una inmersión sino un “derramar del Espíritu” sobre la persona. Pablo dice "Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.
” (1 Corintios 12:13). Y por supuesto ese bautismo es en el cuerpo de Cristo -- "bautizados en Cristo Jesús" (Romanos 6:3).

De igual manera en Colosenses:

En este texto Pablo equipara la ‘circuncisión’ con el ‘bautismo’, pero el contexto no es tampoco bautismo en agua sino el bautismo espiritual obrado por el Espíritu Santo tal como la circuncisión NO ES la física en la carne “hecha de mano”, sino la circuncisión espiritual que “echa de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal en la circuncisión de Cristo”. Ningún bautismo en agua “echa de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal”.

Sigue diciendo “sepultados con él en el bautismo en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos”. Si se fija habla de lo que ocurre cuando una persona CREE en Cristo para salvación. “Mediante la fe” somos bautizados en Cristo espiritualmente IDENTIFICÁNDONOS con su muerte (circuncisión), y “el cuerpo carnal (pecaminoso) es echado de nosotros” y sigue diciendo:

13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, 14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, 15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.

Esto habla de la muerte de Cristo quien murió por nosotros cuando aún éramos pecadores y “estando muertos en pecados y en la incircunsición de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándonos todos los pecados, anulando el acta de decretos que había contra nosotros…”

Algunas objeciones contestadas:

"Bajar al agua y Subir del agua"

Se ha mencionado que el vocablo “subir del agua” significa invariablemente “sumergimiento”.  Aunque a primera vista pudiera parecer así, esa frase no necesariamente habla de ‘inmersión’ sino de la acción de bajar al lugar donde está el agua y después de efectuar el bautismo, volver a subir del lugar donde está el agua.  Por ejemplo, Jesús subió del agua después de su bautismo:

Mateo 3:16 Y Jesús,  después que fue bautizado,  subió enseguida del agua,  y en ese momento los cielos le fueron abiertos,  y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma y se posaba sobre él.

Hay varias cosas que debemos ver aquí.  Jesús no fue ‘subido’ del agua como sería el caso si Juan el bautista hubiese sumergido a Jesús en el agua.  Además vemos algo interesante en la escena.  El bautismo ceremonial de Jesús en el agua indicando su separación para el ministerio es acompañado por el bautismo o preparación espiritual para esa labor. El agua es tipo del Espíritu Santo y vemos que en el bautismo de Jesús, el Espíritu “descendió” sobre él en forma de paloma.  Por lo tanto podemos ver el paralelo, mientras el agua del bautismo de Juan ‘descendía’ sobre Jesús, el Espíritu Santo también descendía sobre él. Más adelante, y como ya hemos estudiado, en el libro de Hechos vemos de igual manera como Jesús “bautizó” con “el derramamiento” del Espíritu Santo “sobre” los cristianos (Hech. 1:5).

Otro pasaje que utiliza el mismo vocablo que el que Mateo usa aquí es Lucas 8:

Hechos 8:38 Mandó parar el carro;  y descendieron ambos al agua,  Felipe y el eunuco,  y lo bautizó. 39 Cuando subieron del agua,  el Espíritu del Señor arrebató a Felipe y el eunuco no lo vio más;  y siguió gozoso su camino.

Si la frase “subieron del agua” significa que hubo sumergimiento, entonces tanto Felipe como el eunuco fueron bautizados porque vemos que ambos “descendieron al agua”.

Las Muchas aguas de Enon

Otra objeción común entre los bautistas para defender la ‘inmersión’ es que Juan después de bautizar en el Jordán se fue a la región de Enón porque había allí muchas aguas:

Juan 3:23 También Juan bautizaba en Enón,  junto a Salim,  porque había allí muchas aguas.  Y la gente llegaba y se bautizaba,

Al parecer, desde el punto de vista inmersionista Juan buscó un lugar donde pudiera ‘sumergir’ las personas, sin embargo según los arqueólogos, no había allí aguas profundas sino muchas fuentes de agua que formaban pequeños riachuelos que permitían a Juan efectuar bautismos sin temer que se agotara el agua.  El texto habla de ‘cantidad’ no de ‘profundidad’.


Conclusión

Hemos visto que el bautismo en agua en la Biblia es una ceremonia que representa primeramente la “purificación” de los pecados y limpieza. Que también representa nuestra ‘unión con Cristo’ siendo unidos a su cuerpo que es la iglesia esta unión ocurre por el bautismo del Espíritu Santo (1 Corintios 12:13.)  Aprendimos que por medio del bautismo se identifica el creyente en la participación con Cristo en “su cruz, su muerte y su resurrección” (Romanos 6, Colosenses 2.) Vimos que como Romanos 6 y Colosenses 2 nos hablan de un bautismo que nos une a Cristo. Tal bautismo no puede de ninguna manera ser en agua sino que es una referencia al bautismo obrado por el Espíritu Santo.

Vimos además que la manera en que la Biblia ‘define’ el bautismo (Hebreos 9:10, 13, 19, 21, 23) es por ‘rociamiento’ o ‘derramamiento’ y no por ‘sumergimiento’. Ya hemos considerado algunos puntos de vista basados en el significado de la palabra ‘bautismo’ y como hemos visto, no es usada como ‘sumergimiento’ sino como un acto de purificación ceremonial la cual se hacía por aspersión o rociamiento. Esa palabra es traducida ‘lavamientos’ en Hebreos 9 y en otras partes lo que se usa no es una traducción sino una transliteración, eso significa que la palabra es ‘adaptada’ a la lengua Española. 

Notamos que las palabras ‘derramar’ y ‘rociar’ son utilizadas intercambiablemente con referencia al bautismo. También vimos como el bautismo de Jesús por Juan el Bautista antes de entrar al ministerio a la edad de 30 años (Lucas 3:16), tal como lo hacían los Levitas del pueblo de Israel (Números 4) debe ajustarse a lo establecido por la ley que él mismo dio a Moisés en la ley y a la cual el mismo Cristo vino a dar cumplimiento (Mateo 3:15; 5:17.) Este “bautismo” o purificación ceremonial de los sacerdotes, establecido por la ley se llevaba a cabo  “rociando agua” sobre las personas (Números 8:7.)

En línea con lo anterior, vimos que el bautismo en agua es ‘símbolo’ del bautismo del Espíritu Santo el cual es “derramar sobre” y es un "derramamiento del Espíritu" (Hechos 1:5.)  Vimos que el Apóstol Pedro dijo que  ‘el bautismo’ con el Espíritu Santo el día de Pentecostés fue el cumplimiento de Joel 2 diciendo “derramaré de mi Espíritu sobre” (Hechos 2.)  Este bautismo del Espíritu une los cristianos al cuerpo espiritual de Cristo- la Iglesia indivisible.  Vimos también que este bautismo había sido profetizado en Isaías 44:2-4, Joel 2 y Ezequiel 36:25 como “derramar... sobre” o “esparcir agua sobre”.

Vimos también que hay "un solo bautismo" (Efesios 4:5). El bautismo en agua es la "señal" y "simbolismo" de ese "SOLO BAUTISMO" espiritual y une a los que hacen profesión de fe a la iglesia -- al cuerpo 'visible/ exterior' de Cristo, por lo tanto en este punto nos preguntamos: ¿Si el bautismo en el Espíritu Santo es “por derramamiento” cómo es que el 'simbólico' tenga que ser “por inmersión?”

Como respuesta a esa interrogante observamos que la ceremonia del bautismo en agua, al representar o simbolizar el bautismo espiritual, el cuál es por ‘derramamiento’ del Espíritu Santo,  debería ser administrado de manera ‘consistente’ con esa realidad. Por lo tanto, aunque no condenamos ni rechazamos aquellos que ‘deciden’ o 'prefieren' bautizar por inmersión, y tampoco consideramos que tal bautismo sea inválido, consideramos que ante toda la prueba bíblica, si de veras creemos que “la Biblia es su propio intérprete”, se puede concluir sin mucho lugar a dudas, que el bautismo en agua más consistente con lo establecido en la Escritura debe ser de esta manera: Por “rociamiento” o “derramamiento” de agua sobre la persona que es bautizada.

Y como siempre, que Dios nos ayude a encontrar la verdad.

¡Amén!


[i] Los Pentecostales, Adventistas, Carismáticos, y la Iglesia de Cristo, tal como los Bautistas también bautizan solamente por inmersión (sumergimiento).  Sectas como los Testigos de Jehová, los Mormones entre otros grupos también han adoptado este tipo de bautismo como el verdadero bautismo bíblico

[ii] Por afusión, nos referimos a derramar agua sobre la persona que es bautizada o rociar agua sobre su cuerpo.

[iii] Los Presbiterianos, Metodistas, Luteranos, Reformados y otros grupos como los Católicos Romanos y los Ortodoxos bautizan mayormente por afusión.

[iv] La definición para palabra griega baptismo es normalmente sugerida como sumergir, pero también se acepta rociar o derramar dado que no siempre el caso del bautismo requiere sumergimiento. Por lo tal la palabra en español 'bautismo' no es una traducción sino una 'transferencia' del griego.  Bautismo por lo tanto tiene que ver más con el 'efecto' que el 'modo'. La palabra Bapto es una palabra que indica sumergir pero se nos indica que mientras 'bapto' es un temporario, 'baptismo' produce un efecto permanente.

[v] Una excepción  podría ser el caso de Naamán en el rio Jordán (2 Reyes 5:13), y aunque Naamán se zambulló siete veces en el rio y tal acto tiene un fuerte significado espiritual, no es una representación típica del bautismo o "purificación" donde una persona bautiza a otra ya que Naamán se bautizó a sí mismo.


Mateo 7:24

Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.


 

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Escrito:  03/15/2005

 

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