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BAUTISMO: Significado Y Modo Bíblico

Un Estudio Introductorio
Por
Dr. Roger L. Smalling, M.T
Maestro en Teología

Introducción

El intento de este estudio es darle al estudiante un vistazo sobre el significado del bautismo, sus modos apropiados y los candidatos apropiados para ello. El estudio será presentado en forma de una serie de premisas que serán erguidas por las evidencias teológicas correspondientes.

1. El Bautismo Es La Senal Y Sello Exterior De La Entrada Del Creyente En El Pacto De Gracia Hecho Con Abraham

Para comprobar esta premisa, es necesario demostrar tres cosas: Primero, que el Pacto con Abraham es el mismo en que los creyentes participan hoy. Segundo, que el Pacto no ha cambiado ni en su contenido interno ni en la cuestión de quienes participan en los privilegios de ello.Tercero, que el único cambio respecto al Pacto ha sido en que la señal y sello exterior fue cambiado de circuncisión en bautismo. Las evidencias sobre estos puntos son:

El Pacto Con Abraham Es El Mismo Para Los Creyentes de Hoy,
Sin Cambios Fundamentales

1. Las promesas hechas a Abraham son destinadas para cristianos también. Ro. 4:16, 23-24.
2. El Pacto con Abraham se llama por Pablo “la buena nueva”, i.e., el evangelio. Ga. 3:8.
3. La bendición es la misma, i.e., el Espíritu Santo. Ga.3:14 .
4. La condición de entrada es la misma, i.e., la fe solamente. Ge. 154:6 con Ro. 4:3.
5. Los resultados son los mismos i.e., la Justificación, Ro. 4:9; Ga. 3:6.
6. El Mediador es el mismo, i.e., Cristo. Hch. 4:12; 10:43; 15:10-12; Gal.3:16; I Ti. 2:5-6; I Pe. 1:9-12.
7. El Pacto es la base de la Regeneración: Jer. 31:31-33
8. Reemplaza la ley tanto para Abraham como para nosotros: Ga. 3:13-18; Ro. 4:13-18.
9. El Pacto es incambiable, y por lo tanto, está todavía en vigor para todo creyente: Heb. 6:13-20; Ro. 11:25-27.

Las Señales y Sellos del Pacto: Circuncisión Cambiada en Bautismo

Bajo la administración del Pacto en el Antiguo Testamento, la señal y el sello exterior era la circuncisión. Desde Cristo, es el bautismo.

A. Los dos son señales de iniciación en el mismo Pacto.
1. Cir.: Ge. 17:7, 10-11: Ro. 4:11
2. Bau.: Mt. 28:19-20; Hch. 2:28-39; 10:47-48
B. Los dos representan la conversión y la limpieza de pecados.
1. Cir. Deut. 10:16; 30:6; Jer. 4:4; 9:25-26; Ez. 44:7, 9; Ro. 2:28-29
2. Bau.: Hch. 2:38-39; 22:16; Col. 2:11; Ga. 3:27, 29; I Pe. 3:21; Ti.3:5-6.
C. Las dos señales son expresiones exteriores de una justicia interior.
1. Cir.: Ro. 4:11
2. Bau.: Mt. 3:13-17; Hch.22:16
D. La circuncisión en el Antiguo Testamento tenía un significado espiritual. Deut. 10:16; 30:6; Jer. 4:4; 9:25-26; Hch.15:1; Ro. 2:26-29; Col. 2:11-12.

Damos aquí un buen resumen de este punto, gracias al librito titulado “Bautismo”, por Juan Sartelle, P. 10:

Cuándo un hombre en el Antiguo Testamento creía en Dios, ¿qué le fue aplicado? Respuesta: La circuncisión.

¿Cuál era el evento exterior en el Antiguo Testamento que representaba un corazón limpio? Respuesta: La circuncisión

¿Cuál era la señal exterior en el Antiguo Testamento que marcaba la entrada de un hombre en la comunidad de creyentes? Respuesta: la circuncisión

Ahora, reemplace las palabras “Antiguo Testamento” por “Nuevo Testamento”, utilizando las mismas frases de arriba.

Cuando una persona en el Nuevo Testamento creía en Dios, ¿qué le fue aplicado? Respuesta: El bautismo.

¿Cuál era el evento en el Nuevo Testamento que representaba un corazón limpio? Respuesta: El bautismo

¿Cuál era la señal exterior en el Nuevo Testamento que representaba la entrada de una persona en la comunidad de creyentes? Respuesta: El bautismo.

Estas frases y textos bíblicos de arriba son suficientes para demostrar que el bautismo reemplaza la circuncisión como señal de la conversión del pecador, y que los dos representan la purificación espiritual. La forma exterior ha cambiado, pero no el significado básico.

2. La Naturaleza Familiar Del Pacto: ¿Quienes Deben Recibir La Señal?

Un Pacto es una clase de contrato. Como tal, ello vincula dos o más personas en una relación indisoluble dentro de los términos del Pacto. A fin de que un Pacto sea válido, es necesario pues, que existan dos elementos: Primero, hay que identificar quienes son los participantes. Segundo, hay que ratificarlo para que las condiciones sean incambiables. Sin estos elementos, un Pacto deja de tener sentido lógico. Pablo reconoció estos elementos en el Pacto Abrahamico con las palabras:

“Un Pacto , aunque sea de hombre, una vez ratificado, nadie lo invalida, ni le añade. Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. “Ga. 3:15-16.


Aquí Pablo subraya que el Pacto es incambiable porque ha sido ratificado por Dios mismo. (Heb.6:17) Luego, menciona que los participantes son Abraham y su descendencia. Por lo tanto, bajo la administración del Pacto en el Antiguo Testamento, los hijos de los creyentes SIEMPRE fueron considerados participantes en el Pacto en un sentido LEGAL, aunque no siempre en un sentido de salvación personal.

Bajo la administración del Pacto en el Nuevo Testamento, el mismo principio queda. ¿Por qué? Porque la identificación de los participantes en el Pacto nunca han cambiado. Todavía son los creyentes adultos, y sus hijos. No existe en el Nuevo Testamento el menor índice de que los hijos de los cristianos ya son excluídos del Pacto. Esto sería una violación del Pacto de la parte de Dios mismo. Es antibíblico pensar en los hijos de los creyentes como extraños al Pacto como si fueron hijos de incrédulos.

La inclusión de los hijos de los creyentes en el Pacto es tan prominente en las Escrituras que se puede decir que forma la escaleta de la teología bíblica. A causa de este aspecto familiar, Dios mandó a los creyentes adultos circuncidar a sus hijos. Visto que no hay cambio fundamental en el contenido del Pacto hoy en día, solamente en la señal exterior, es indispensable que los hijos de los cristianos modernos deben participar con la señal y sello del Pacto. Por lo tanto, los hijos de los creyentes deben ser bautizados también.

Aunque es verdad que ejemplos precisos de bautismo de niños no existen en el Nuevo Testamento, esto no perturba nuestra posición. El peso de prueba no queda con nosotros. Queda con los oponentes mostrar como y cuando se cambió la relación de los hijos de los creyentes con el Pacto. Si ningún cambio de tal ha tomado lugar, entonces no existe tampoco cambio en la cuestión de recibir la señal y sello de Pacto.

Ejemplos abundan en la Biblia para mostrar que los hijos de los creyentes están también incluídos en las bendiciones del Pacto:

A. Dios normalmente escoge Sus elegidos de entre los hijos de los elegidos.

“Y este será mi Pacto con ellos, dijo Jehová: El espíritu mío que está sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos de tus hijos, dijo Jehová, desde ahora y para siempre.” Is. 59:21.

También vea Is. 41:8-9; 61:9; 65:22-23.

B. Incluso cuando los hijos del Pacto recaen, frecuentemente Dios les muestra misericordia a causa de su relación legal con el Pacto. Jer.31:36-37; Mal.3:6.

C. Incluso sin mencionar precisamente el Pacto, las promesas divinas abundan respecto a la simiente de los justos. Sal. 14:26; 20:7.

D. El Pacto con David es otro ejemplo del mismo principio. II Sa. 7:12-16; Sal. 18:50; 89:4; Jer.33:17-26.

PREGUNTAS SOBRE EL BAUTISMO FAMILIAR

A. ¿Por qué no existen ejemplos del bautismo de niños en el Nuevo Testamento?

Respuesta: La pregunta puede ser puesta al reves también: ¿Por qué el Nuevo Testamento no lo prrohibe? Si los Apóstoles hubieran pensado que los hijos de los creyentes ya no tenían ninguna relación con el Pacto, entonces parece lógico que habrían tomado medidas para estar seguros que no recibirían la señal del Pacto. Después de todo, los judíos siempre reconocieron que sus hijos fueron participantes en el Pacto. Es una paradoja, pues, que el argumento basado en el silencio del Nuevo Testamento, funciona más al favor del bautismo familiar que en contra.

Además, la pregunta presupone que ejemplos de doctrinas o de prácticas tienen que ser manifestadas en las Escrituras para tener validez. Pero el concepto de la “teología inferencial” siempre ha sido reconocido en la Cristiandad. Esto quiere decir que no es necesario que una doctrina sea expresada terminantemente en la Biblia para ser aceptada como válida, tanto que existen evidencias suficientes para llevarnos a la conclusión correcta. Todos los cristianos creen en doctrinas a base de conclusiones lógicas sin que haya ejemplos específicos en la Biblia. Ejemplos son, la Trinidad, la cronología del rapto de la Iglesia y otras. En efecto, todos los argumentos sobre el modo de bautismo, (que sea por inmersión, derramamiento o aspersíon), son basados en conclusiones lógicas. Es irracional e injusto rechazar el punto de vista ajeno a base de que es una inferencia sin ejemplos, y luego mantener otra doctrina que también está basada en inferencias sin ejemplos.

La cuestión es cuales inferencias contienen el mayor peso de las evidencias. Es nuestra convicción de que la enseñanza Bíblica entera sobre el Pacto de Gracia nos apoya. La ausencia de ejemplos bíblicos no puede contrapesar esto.

B. El Nuevo Testamento parece mostrar la fe como una condición de bautismo, tal como en Hch. 8:35-36. “¿Qué impide que yo sea bautizado?” “Si crees de todo corazón, bien puedes.”

Este texto, y otros similares en el Nuevo Testamento se expresan a los convertidos adultos. No tratan con la cuestión de lo que se debe hacer con los niños de creyentes. Es claro que los adultos convertidos del paganismo tienen que ser bautizados. Esto no negamos. El punto bajo consideración no es lo que se debe hacer con tales adultos, sino lo que se debe hacer con sus hijos.

Pero más importante, hay que recordar que en el Antiguo Testamento los niños eran también incapaces de creer. Pero Dios les ordenó a sus padres aplicarlos la señal del Pacto de todos modos.

La línea de lógica que apoya la pregunta de arriba es la siguiente:

Uno tiene que creer a fin de ser bautizado.
Los niños pequeños no pueden creer.
Por lo tanto, los niños pequeños no deben ser bautizados.

La dificultad con tal razonamiento es que también puede ser aplicado a la cuestión de la salvación, de la siguiente manera:

Uno tiene que creer a fin de ser salvo.
Los niños pequeños no pueden creer.
Por lo tanto, los niños pequeños no pueden ser salvos.

Pocos evangélicos afirman que los que mueren en la infancia son condenados. Obviamente Dios trata con ellos de una manera distinta de la que trata con los adultos. Si, pues, en el caso de la salvación de niños, Dios puede sobrepasar la cuestión de la fe, ¿Por qué no puede hacer igual en la cuestión del bautismo?

C. ¿Por qué necesitan los niños el bautismo si son inocentes?

Esta pregunta presupone que el propósito del bautismo es la purificación. El bautismo, sin embargo, no sirve para purificarlo a nadie, sea niño o adulto. El bautismo simboliza la purificación, pero no es el medio para alcanzarla. El Espíritu Santo es el medio, y el bautismo de los niños se hace con la esperanza de una gracia de Dios futura.

D. ¿Cómo es que algunos niños bautizados nunca llegan luego a la fe, y así nunca obtienen la realidad de lo que el bautismo simboliza?

El bautismo no garantiza la salvación de nadie, sea adulto o niño. Ismael, primer hijo de Abraham, fue circuncidado por mandato divino aunque Dios mismo indicó que no sería ese el heredero del Pacto, sino Isaac. ¿Por qué, pues, fue circuncidado? Porque Ismael era simiente de un creyente. Igual con Esaú, hijo de Jacob. También fue circuncidado, aunque Dios anunció de antemano que Esaú sería un símbolo de los reprobados. ¿Por qué? Porque era hijo de creyentes. Los niños de los creyentes deben también ser bautizados por el mismo motivo que Ismael y Esaú fueron circuncidados: Porque son hijos de creyentes. Deben ser reconocidos como partes del pueblo de Dios hasta el día en que ellos mismos crezcan y renieguen su herencia espiritual.

E. En Hechos 8:12 leemos que solamente los hombres y las mujeres fueron bautizados. No menciona a los niños. ¿Cómo se explica esto?

El contraste en este texto es entre los dos sexos, no entre adultos y niños. El texto no dice “hombres y mujeres solamente”. Solo dice “hombres y mujeres”. (Nota: El texto griego original usa una forma gramatical más fuerte que el mero “y” del texto castellano.) El contraste es claro. La distinción es entre hombres y mujeres, no entre adultos y niños.

En el Antiguo Testamento, las mujeres no recibían la señal y sello del Pacto, obviamente. El propósito de Lucas en mencionar que las mujeres también fueron bautizadas es indicar que ahora las mujeres podrían también participar en la nueva señal del Pacto. El intento del texto es tratar con el sexo de los candidatos, no con las edades.

F. ¿Por qué no sería válido decir que la idea de “simiente” en el Pacto con Abraham solamente tiene un significado espiritual y no físico? Es decir, que nuestros “niños” se refieren solamente a los adultos que ganamos a Cristo?

Si, tal posición puede ser argumentada porque es la verdad en parte. Digo “en parte” porque la idea de descendientes espirituales es bien prominente en el Pacto. Pero ciertos textos neotestamentarios indican que no se puede limitar tal interpretación a los “hijos espirituales” solamente:

Hechos 2:39: “Porque para vosotros es la promesa, y para vuestroshijos,...”

Hechos 16:15 & 16:31-33: (Los ejemplos de Lidia y “su familia” con
el carcelero y “su casa”)

Note: Algunos proponentes del bautismo infantil han cometido el error de suponer que los niños pequeños estuvieron presentes en estos hogares. Nada de esto dice en los textos, y no son presentados aquí con este propósito. Sin embargo, sirven para indicar que los Apóstoles estaban conscientes de una teología pactal que incluye a las familias de los creyentes.

I Cor. 7:14 “Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestroshijos serían inmundos, mientras que ahora son santos.”

Aunque los textos de arriba no contienen ejemplos del bautismo de los niños, sin embargo son indicaciones de que las bendiciones sobre la descendencia FISICA de los creyentes es una idea neotestamentaria.

G. ¿Es serio si los padres cristianos son negligentes con respecto al bautismo de sus hijos?

Según Ge. 17:9-14, los hijos de los creyentes que no han recibido la señal del Pacto son vistos por Dios como violadores del Pacto. No tienen derecho a las bendiciones del Pacto y no pueden ser considerados parte de la congregación. Los padres que son negligentes a esta ordenanza, no tienen derecho para reclamar a Dios las bendiciones del Pacto. El mero hecho de ser hijos de creyentes no es base suficiente para tal reclamo.

Sin embargo, sabemos que Dios es misericordioso, y pasa por alto los errores y la ignorancia de Su pueblo. Por la experiencia sabemos que Dios bendice a los niños de los justos, sin o con la señal del Pacto. Pero tal misericordia de parte de Dios no debe ser tomada como pretexto para ser negligente a la ordenanza.

Resumen: Creemos que un entendimiento completo del Pacto de la gracia nos lleva invariablemente a la conclusión que los candidatos para el bautismo son los convertidos adultos al Señor, y sus hijos.

3. Puesto Que El Bautismo Corresponde A La Circuncision Como La Senal Y Sello Exterior Del Pacto, Sin Cambios En Significado, Los Principios Basicos Gobernando La Aplicacion De La Circuncision En El Antiguo Testamento Se Aplican Al Bautismo Tambien. Estos Incluyen:

A. Como los incircuncisos en el Antiguo Testamento no fueron permitidos que participen en la Pascua, así los cristianos no deben participar en la Santa Cena hasta que son bautizados. Ex. 12:48.

B. Como los creyentes incircuncisos no fueron considerados miembros de la congregación de Israel, así los creyentes no bautizados no son miembros oficiales de la Iglesia local. El bautismo, por lo tanto, es una condición para entrar en la membresía de la Iglesia visible.

C. La gracia que el bautismo representa no está necesariamente ligada al momento en que es administrado. Aunque los judíos recibieron la señal del Pacto como niños, su encuentro con Dios y la conversión personal vino luego. Jacob, Samuel, y otros son ejemplos. Igualmente, no es necesario bautizar otra vez a las personas que fueron bautizadas antes de aceptar a Cristo, tanto que el bautismo fue hecho por un ministro legítimo de una Iglesia que representa el Pacto de la gracia.

4. El Agua Bautismal Representa El Derramamiento Del Espiritu Santo Cuya Obra De Limpieza Nos Hace Participantes Aceptables En El Pacto. Asi, Una Asociacion Consistente Existe En Las Escrituras Entre El Agua, El Espiritu Santo, Y El Concepto De Limpieza, Notemos:

A. La Asociación Entre Agua y El Espíritu Santo:

Jn. 7:38-39: “El que cree en mi, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en el...”

El bautismo de Juan Bautista simbolizaba el derramamiento del Espíritu Santo.

Lc. 3:16: “Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene uno mas poderoso que yo,...él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.”

Jn. 3:5: “De cierto, de cierto te digo, que el que naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.”

(Note: La forma gramatical de la conjunción “y”, vínculo “Espíritu” y “agua” como sinónimos. El significado del versículo es “...agua, y por esto quiere decir, Espiritu.”)

B. Asociación Entre Agua y El Concepto de Limpieza

Ez. 36:25: “Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias...”
Ritos de purificación en el Antiguo Testamento fueron hechos con agua. Los textos neotestamentarios como Heb. 10:22 y 9:10 son referencias a estos ritos, ejemplos de los cuales se encuentran en Le. 8:6; 14:8-9; Nu. 8:7; 19:17-20 y otros.

Ef. 5:26: “...habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra.”

Heb. 10:22 “Acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura”.

LOS MODOS CORRECTOS DE BAUTISMO:

5. Los Modos Correctos De Bautismo Son El Derramamiento O La Aspersion. La Inmersion No Es Necesario.

A. El Derramamiento Como Modo Correcto:

El ministerio de Juan el Bautista era profético del derramamiento del Espíritu. Es imposible que Juan tipificaría esto por otro modo que el derramamiento del agua. Lc. 3:16; Hch. 1:5 con 11:15-16.

Nuestra regeneración fue cumplida por un derramamiento del Espíritu Santo. Es apropiado, pues, que esto se simboliza por derramamiento de agua.

Tito 3:5-6 “Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador.”

En el ejemplo de Cornelio, Hechos 10:44-48, el Espíritu Santo cayó (fue derramado) sobre Cornelio y su familia. Esto le recordó a Pedro la necesidad de bautismo en agua, a base de la manera en que Cornelio había recibido el Espíritu.

B. La Aspersíon Como Modo Correcto:

En Heb. 9:10 el autor identifica los ritos de purificación del Antiguo Testamento como “bautismos”. (Aunque la traducción Reina Velera dice “abluciones”, la palabra griega original es “baptismois”. Uno no tiene que ser erudito en griego para adivinar el significado de esa palabra.) Sin excepción, estos ritos se cumplieron por aspersíon o derramamiento, nunca por inmersión. Compare estos ritos de “rociar” descritas en Hebreos Capitulo 9 con las prácticas originales en el Antiguo Testamento:

Heb. 9:13 = Nu. 19:17-18
Heb. 9:19 = Ex. 24:6, 8
Heb. 9:21 = Lev. 8:19; 16:14

En los tres textos en Hebreos 9, el verbo “rociar” es usado. Pero en el V. 10, estos son descritos como “bautismos”, en el texto griego original.

La limpieza espiritual de que gozamos hoy fue profetizado y tipificado por Ezequiel como semejante a las aspersíon de agua. Ez. 36:25.

6. La Cuestión De La Inmersión

Muchos grupos evangélicos son aferrados a la inmersión como único modo válido de bautismo. Algunos son tan absolutistas sobre este punto que no aceptan como válido el bautismo por otro modo, de manera que re-bautizan a los que fueron bautizados por la aspersíon o el derramamiento. Insisten en que el bautismo representa identificación con Cristo en Su muerte y resurrección. Por lo tanto, piensan que solo la inmersión manifiesta el verdadero significado del bautismo.

Nosotros, en cambio, no re-bautisamos a los que fueron bautisados por la inmersión. Después de todo, si decimos que un poco de agua basta, no podemos negar que mucha agua basta también. Pero afirmamos que la inmersión no es muy apropriada como modo de bautismo porque no simboliza lo esencial, es decir, el derramamiento del Espíritu.

Considerando la actitud cerrada y absolutista de los inmersionistas, parece apropiado tratar con el tema en detalle. En esta sección, comprobaremos tres puntos sobre la inmersión:

A) Que el bautismo no representa identificación con Cristo en Su muerte y resurrección.
B) Que la palabra “bautismo” no significa “inmersión” en la Biblia.
C) Que los textos usados para apoyar la inmersión, en realidad no la apoyan.

A. El Bautismo No Simboliza Identificación Con Cristo En Su Muerte Y Resurrección.

1. La inmersión insinua que el agua represente la tierra en que los cuerpos son enterrados. Pero en las Escrituras, el agua nunca representa la tierra. Anteriormente, mostramos que el agua siempre representa el Espíritu Santo.

2. La inmersión no puede representar el entierro de Cristo porque Cristo no fue enterrado en la tierra. Su cuerpo fue puesto en una cueva, horizontalmente, como poner un cuerpo en un cuarto.

3. En el acto de inmersión, la persona está aplicada al agua, aunque en la Biblia el agua siempre está aplicada a la persona. La inmersión tiende, entonces, a pintar una clase de teología por obras en que la gente se aplica al Espíritu Santo por un acto de su propia voluntad, en lugar de que el Espíritu Santo se aplique a la gente por una obra soberana del Padre.

4. La inmersión enfatiza equivocadamente a otra persona de la Trinidad. El agua no representa a Jesucristo en la Biblia. Representa al Espíritu Santo.

5. Análisis de Romanos 6 y Col. 2:11-12:

Estos textos son los que el inmersionista usa para apoyar la idea de que el bautismo representa la identificación con Cristo en Su muerte y resurrección. Un análisis cuidadoso descubre que estos textos no pueden apoyar tal interpretación.

Para entender estos textos, es necesario distinguir entre el bautismo ESPIRITUAL y el bautismo CEREMONIAL. El bautismo CEREMONIAL es el bautismo con agua para simbolizar el bautismo ESPIRITUAL en el Espíritu Santo. El bautismo ESPIRITUAL (es decir, nuestra conversión), es mencionado en tales textos como I Co. 6:11; 12:13; Ti.3:5-6.

Solamente el bautismo ESPIRITUAL cumple la regeneración, purificación del pecado, unión con Cristo, y toda otra cosa involucrada con nuestra conversión. Solo Dios puede hacer esto. El agua simboliza esto, pero la obra misma de purificación se cumple con el Espíritu Santo. Si olvidamos esta distinción entre el bautismo ESPIRITUAL y el bautismo CEREMONIAL, caemos automáticamente en el error de la Regeneración Bautismal, es decir, la herejía de que es el mismo bautismo en agua que salva el alma. Esto, precisamente, es en lo que caemos si pensamos que Romanos 6 y Col. 2:11-12 se refieren al bautismo CEREMONIAL en lugar de bautismo ESPIRITUAL.

Análisis de Col. 2:11-12

(Note: Los argumentos relativos a este texto se aplican también a Romanos 6. No es necesario entonces dar un análisis especial de este capítulo. Una explicación de Col. 2:11-12 cuenta para los dos textos.)

“En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo; sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.”

Si este texto significa el bautismo CEREMONIAL (es decir, en agua), entonces somos esforzados a adoptar las conclusiones erradas siguientes:


1) Nuestra circuncisión espiritual fue cumplida por aguas bautismales.
2) La totalidad de nuestros pecados estuvieron todavía sobre nosotros cuando fuimos bautizados.
3) Estábamos todavía muertos en nuestras transgresiones y pecados hasta el día de nuestro bautismo.
4) La condenación bajo la ley estaba todavía con nosotros hasta que fuimos sumergidos.
5) No estábamos completos en Cristo hasta que fuimos bautizados, (V.10).

Las cinco conclusiones arriba son contrarias a todo lo que la Biblia enseña sobre la Justificación por la fe solamente.

En contraste a la mala interpretación de arriba, observemos lo siguiente: Según el texto, Dios es el Ser que hace el bautismo mencionado. Pero en el bautismo CEREMONIAL en agua, es el hombre que cumple el acto. En el bautismo ESPIRITUAL es Dios que actúa. Este incluye la “circuncisión” de nuestros corazones, lo que resulta en nuestra asociación con Cristo en Su muerte y resurrección. El bautismo mencionado en Col. 2:11-12, no es, por lo tanto, el bautismo en agua, sino el bautismo ESPIRITUAL, es decir, nuestra conversión. El bautismo de que habla este texto no tiene nada que ver con el bautismo en agua.

Hay que tener cuidado al suponer que cuando la Biblia usa la palabra “bautizar”, que se refiere forzosamente al agua. Las Escrituras asocian varios elementos con la palabra “bautizar”, tales como el Espíritu Santo, la sangre, aceite, fuego o agua, según el contexto. Por lo tanto, no hay motivo para suponer que el uso de la palabra “bautizar” en Col. 2:11-12 y Romanos 6 se refiere al bautismo en agua. Por esto, cuando Romanos 6 dice “bautizados en Cristo”, quiere decir que la persona de Cristo, Su Espíritu, es el elemento en que nos bautizamos. No se refiere al bautismo CEREMONIAL en agua, sino al bautismo ESPIRITUAL en el Espíritu Santo.

Pero los inmersionistas dicen, “¿Por qué no puede la inmersión representar esto?” Contestamos: Porque la Biblia manifiesta esto como el resultado de un DERRAMAMIENTO del Espíritu Santo. (Tit.3:5-6)

En resumen, estos dos textos, (Romanos 6 y Col. 2:11-12) no apoyan el bautismo CEREMONIAL como identificación con Cristo en Su muerte y resurrección por los siguientes motivos:

1) Las aguas bautismales no pueden cumplir las obras mencionadas en estos textos.
2) La Persona cumpliendo con las acciones mencionadas es Dios, no el hombre.
3) Otros textos bíblicos mencionan que las acciones cumplidas en Romanos 6 y Colosenses 2 son cumplidas por el derramamiento del Espíritu Santo. Concluimos, pues, que el bautismo no representa la identificación con Cristo en Su muerte y resurrección.

B. Aunque la palabra griega BAUTIZO” fue usada en la literatura griega secular para significar “inmersión”, no significa esto en la Biblia.

La regla básica para la interpretación de palabras bíblicas es que se deben interpretar según la manera en que la Biblia las usa, y no por usos fuera de la Biblia. Los inmersionistas tienen que buscar fuentes extra-bíblicas para encontrar apoyo para su doctrina. En cambio, la palabra “bautizar” se asocia en la Biblia con acciones en que una interpretación de “inmersión” sería absurdo. Ejemplos:

En Marcos 7:4 leemos algo de las costumbres de purificación judaica. La palabra “lavamientos” aquí en el griego original es BAPTISMOUS, “bautismos”. ¡Es impensable creer que los judíos sumergían totalmente sus mesas y camas!

En Lu. 11:38, los Fariseos estaban atónitos de que Jesús no se lavó antes de comer. ¿Qué palabra se usaba en griego? “Bautizar” Debemos imaginar que los Fariseos pensaban que Jesús iba a ir afuera y lanzar el cuerpo entero en el agua?

Es obvio, partiendo de los dos ejemplos puestos, que el significado principal de BAUTIZO es simplemente, “lavar”. Por lo tanto, es inapropiado limitar esta palabra a la inmersión.

C. No hay ejemplos de bautismo por inmersión en la Biblia.

Los inmersionistas se refieren a varios ejemplos de bautismo en el Nuevo Testamento con el intento de apoyar su punto de vista. Abajo, analizaremos estos ejemplos.

1. El Bautismo de Jesús:

Según Marcos 11:10, Jesús “subía del agua” después de ser bautizado. Los inmersionistas concluyen por esto que Jesús fue bautizado por inmersión porque a fin de subir del agua, tenía que estar en el agua.

Esta conclusión no sigue por dos motivos: Primero, “subía del agua” en si mismo, no quiere decir “inmersión”. Antiguos pictográficos cristianos que datan del tercer y cuarto siglo muestran a Juan el Bautista parado en agua poco profunda y derramando agua sobre la gente. Visto de que el bautismo de Juan era, a lo mejor, por derramamiento, (porque profetizaba del derramamiento del Espíritu) es probable que la gente se paraba en el agua mientras que Juan derramaba el agua.

Segundo, existe un problema de traducción con las palabras “del agua”. La preposición griega “EK” puede significar “afuera de”, o también simplemente “de”, sin la idea de afuera. Así, no hay nada en el texto que impida creer que Jesús se acercó a la orilla del Jordán, se bautizó por aspersíon o derramamiento, y luego se fue sin inmersión. El texto mismo no nos indica el método de bautismo utilizado en el caso de Jesús.

Sin embargo, se puede deducirlo de otras consideraciones. ¿Por qué se bautizó Jesús? Sabemos que no era para arrepentimiento. Ni tampoco era por mero ejemplo, porque Juan estaba bautizando mucho tiempo antes de que apareció Jesús.

El bautismo de Jesús era su ordenación al sacerdocio. Se ve esto por la costumbre del Antiguo Testamento para ordenar a los sacerdotes a la edad de treinta años. Vemos esto en Nu. 4:3, 47. Los candidatos para el sacerdocio fueron presentados al sacerdote luego aspercidos con agua. Nú. 8:6-7.

No es coincidencia de que Lucas subraya el hecho de que Jesús tenía treinta años cuando fue bautizado. Esto explica también el recelo de Juan en bautizarlo a Jesús, porque Juan bautizaba para arrepentimiento. Pero Jesús usó entonces un modismo judaico para cumplir con los requisitos de la ley al decir, “cumplamos toda justicia”. Juan entendió que Jesús tenía que cumplir con los requisitos de la ley respecto a su ordenación al ministerio a la edad de treinta años.

Este punto es interesante. Si el bautismo de Jesús era su ordenación al sacerdocio, y si tal ordenación se hacía por asperción, entonces Jesús fue bautizado por asperción y no por inmersión.

2. El Bautismo de Juan en Enon

Dice Juan 3:23 que Juan bautizaba en Enon porque “había allí muchas aguas”. De esto los inmersionistas sacan la conclusión de que Juan bautizaba por inmersión porque de otro modo no sería necesario buscar un sitio con muchas aguas.

Se presenta un problema histórico aquí. En toda la historia geográfica conocida de la región de Enon, nunca ha existido un cuerpo de agua suficientemente grande para sumergir un cuerpo humano. La palabra “muchas aguas” (y no “mucha agua”) se refiere a numerosos manantiales pequeños que salían de la tierra. Estas aguas contrastaban con las aguas lodosas del río Jordán cuando se desborda en ciertas épocas del año. Juan fue a Enon buscando agua limpia en esta época del año, no para buscar un sitio para inmersión..

3. En I Cor. 10:1-3 Se Ve El Bautismo En Moisés. No Es Esto Una Alegoría Del Bautismo Cristiano?

Las únicas personas sumergidas en agua ese día fueron los Egiptos, no el pueblo de Dios. Simplemente significa que fueron unidos con Moises en seguir al Señor por el Mar Rojo.

4. Bautismo del Eunuco, Hechos 8:37-39

El texto dice que Felipe y el Eunuco “descendieron” al agua y luego que “subieron” del agua. De esto los inmersionistas concluyen que el Eunuco fue sumergido.

Si lo tomamos así, tenemos que concluir que Felipe también fue sumergido porque el texto dice que AMBOS descendieron al agua, lo que sería absurdo. Segundo, el mismo punto mencionado arriba sobre el bautismo de Jesús se aplica aquí. Descender al agua no implica forzosamente la inmersión. Es bien posible entrar al agua sin ser sumergido.

Finalmente, no hay nada en el texto griego que indique que la frase “AL agua” tiene que ser interpretada como “EN el agua”.

Resumen Final

El bautismo es la señal y sello exterior del Pacto de la gracia. Reemplaza la circuncisión en el Antiguo Testamento como señal del mismo Pacto. El agua simboliza el Espíritu Santo derramado en nuestra conversión.

Los candidatos apropiados para el bautismo son los convertidos adultos al Señor, y sus hijos. Los creyentes que no son bautizados no son miembros de la Iglesia visible y no tienen derecho a la participación en la Santa Cena.

Los modos correctos de bautismo son la asperción o el derramamiento. El bautismo por inmersión no está enseñado en la Biblia.


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