Calvinismo y Luteranismo[i]
Diferencias y Semejanzas
-por
Jorge L. Trujillo
Existen varias diferencias y semejanzas entre lo que
se conoce hoy día como Calvinismo[ii]
y lo que se conoce como Luteranismo. En
este breve documento deseo exponer tales diferencias a fin de ayudar a
aquellos
quienes desean saber un poco más sobre el tema.
Debo comenzar diciendo que ambos son grupos
cristianos. Ni los luteranos son
seguidores de Lutero ni
los Calvinistas son seguidores de Calvino. Las etiquetas simplemente
significan
que ellos concuerdan (en menor o mayor grado) con las interpretaciones
de la
Escritura tal y como fueron expuestas por estos dos hombres. En este artículo solamente hablaremos
lo
concerniente a los puntos específicos de salvación como
se relacionan con la
visión calvinista de esos cinco puntos.
Tanto los calvinistas como los luteranos
están en total acuerdo sobre
las doctrinas esenciales del cristianismo. Ambos grupos, como todos los
cristianos creen en la inspiración de las Escrituras, la
trinidad divina, la
deidad de Cristo, su nacimiento virginal, su vida, muerte,
pasión y
resurrección corporal. También
creen en
la presencia de Dios en el cielo sentado a la diestra del Padre y su
futuro
retorno en gloria a juzgar los vivos y los muertos.
En este articulo estaremos comparando lo escrito tanto
en el libro de Concordia y particularmente la confesión de
Augburgo (documento
doctrinal luterano) y otros documentos luteranos con lo expuesto en la
confesión de Westmister (documento doctrinal calvinista). Los tópicos que compararemos
serán la
depravación del hombre, la elección, la expiación,
la obra del Espíritu Santo
en la conversión, y la perseverancia de los santos.
“COMPARACIÓN de
CREENCIAS”
1.
La Depravación del hombre
Tanto para los luteranos como para los calvinistas
sostienen que todos los hombres nacen con una naturaleza caída y
totalmente
incapaces de hacer nada bueno. Los
luteranos y los calvinistas niegan que el hombre tenga cualquier
capacidad para
hacer algo enteramente bueno delante de Dios.
Ambos grupos están enteramente de
acuerdo sobre la total corrupción del
hombre y la necesidad absoluta de la gracia de Dios y su directa
intervención
para su salvación. En la confesión de Augburgo leemos lo
siguiente sobre el
pecado original:
…se enseña entre nosotros que desde la
caída de Adán todos los hombres
que nacen según la naturaleza se conciben y nacen en pecado.
Esto es, todos
desde el seno de la madre están llenos de malos deseos e
inclinaciones y por
naturaleza no pueden tener verdadero temor de Dios ni verdadera fe en
él.
Además, esta enfermedad innata y pecado hereditario es
verdaderamente pecado y
condena bajo la ira eterna de Dios a todos aquellos que no nacen de
nuevo por
el Bautismo y el Espíritu Santo.
Al respecto se rechaza a los pelagianos y otros que
niegan que el pecado
hereditario sea pecado, porque consideran que la naturaleza se hace
justa
mediante poderes naturales, en menoscabo de los sufrimientos y
méritos de
Cristo.
Enseñamos que a consecuencia de la caída de
Adán, todos los hombres
nacidos de manera natural son concebidos y nacidos en el pecado. Esto
es, sin
temor de Dios, sin confianza en Dios y con la concupiscencia. Este
pecado
hereditario y esta corrupción innata y contagiosa es un pecado
real que lleva a
la condenación y a la cólera eterna de Dios a todos los
que no son regenerados
por el Bautismo y por el Espíritu Santo.
De igual manera los calvinistas afirman la incapacidad
del hombre para hacer algo completamente y espiritualmente bueno ante
Dios. En
la confesión de Westminster leemos:
LA CAIDA DEL HOMBRE, EL PECADO Y SU CASTIGO
I)...Nuestros primeros padres, seducidos por la sutileza
y tentación de
Satanás, pecaron comiendo del fruto prohibido (Gen. 3:13;
2*Cort. 11:3), Plugo
a Dios, conforme a su sabio y santo proposito, permitir este pecado
proponiendose ordenarlo para su propia gloria. (Rom.11:32)
II)...Por este pecado cayeron de su justicia original y
perdieron la
comunión con Dios, (gen 3:7,8; Eclst. 7:29; Rom. 3:23), y asi
quedaron muertos
en el pecado (Efs.2:1; Rom. 5:12), y totalmente corrompido en todas las
facultades y partes del alma y del cuerpo. (Gen. 6:15)
III)...Siendo ellos la raíz de la raza humana, la
culpa de este pecado
fue imputada a su posteridad (Hech. 17:26, Gen. 2:16,17, comp. Rom.
5:12;
15-19; I*Cort. 15:21; 22, 45, 49(, y la misma muerte en el pecado y la
naturaleza corrompida se transmitieron a aquella que desciende de ellos
segun
la generación ordinaria. (Salm. 51:5; Gen. 5:3; Job 14:4; 15:14)
IV)...De esta corrupción original, por la cual
carecemos de disposición y
aptitud para todo bien (Rom. 5:6; 8:7; 7:18; Juan 3:6); y estamos
opuestos a
este, así como enteramente inclinados a todo mal (Gen. 8:21;
Rom.3:10-12), dimanan
todas nuestras transgresiones actuales. (Stgo. 1:14, 15; Mat. 15:19)
V)...Esta corrupción de naturaleza dura toda la
vida aun en aquellos que
son regenerados, (Rom. 7:14, 17, 18, 23; Prov. 20:9; Eclst. 7:20), y
aun cuando
sea perdonada y amortiguada por medio de la fe en Cristo, sin embargo,
ella, y
todos los efectos de ella son verdadera y propiamente pecado. (Rom.7:5,
7,8,25)
VI)...Todo pecado, ya sea original o actual, siendo una
transgresión de
la justa ley de Dios y contrario a ella (I* Juan 3:4) por su propia
naturaleza
trae culpabilidad sobre el pecador (Rom. 3:19) por lo que este queda
bajo la
ira de Dios (Efs. 2:3), de la maldición de la ley (Galt. 3:10),
y por lo tanto
sujeto a la muerte, (Rom. 6:23) con todas las miserias espirituales
(Efs. 4:18),
temporales (Lam. 3:39) y eterna (Mat. 25:41)
2.
La elección para salvación
Tanto los luteranos como los calvinistas creen que
Dios ha escogido desde antes de la fundación del mundo un grupo
de hombres para
salvación eterna. Esta
elección según
ambos puntos de vista no está basada en nada que Dios haya visto
en el hombre
sino en su pura gracia y amor por medio de Cristo. Según la
creencia luterana:
“Dios, antes de la fundación del
mundo, de pura gracia, a causa de la redención de Cristo, ha
escogido para sí
de toda la masa corrompida, un grupo definido de personas y ha
determinado
traerlos por la Palabra y Sacramento, a la fe y la
salvación.”[iii]
Los luteranos niegan que Dios haya previsto algo en
los hombres como base para su elección:
Rechazamos como error anti Escritural la doctrina que no
solo la gracia
de Dios y el merito de Cristo son la causa de la elección de
gracia, sino que
Dios ha, en adicion, hallado o considerado algo bueno en nosotros lo
cual le
movió o causo a elegirnos, esto siendo designado de varios
formas como “buenas
obras,”, “buena conducta, “propia
auto-determinación”, “detener la resistencia
voluntaria,” etc. Ni tampoco conoce
la Sagrada
Escritura que de una elección basada en “fe
prevista”, “en vista de la fe”,
como si la fe de los escogidos fuera puesta antes de su
elección; sino que de
acuerdo a la Escritura la fe por la cual los escogidos tienen en su
debido
tiempo pertenece a las bendiciones espirituales con las cuales Dios le
regala
por medio de Su elección eterna.
Los calvinistas creen muy parecido. En la
Confesión de
Westminster leemos:
V)...A aquellos que Dios ha predestinados para
vida desde antes que fuesen puestos los fundamentos del mundo, conforme
a su
eterno e inmutable propósito y al consejo y beneplácito
secreto de su propia
voluntad, los ha escogidos en Cristo para la gloria eterna. (Efs. 1:4,
9, 11;
Rom. 8:30; 2*Tim. 1:9; I*Tesl.5:9), mas esto por su libre gracia y puro
amor,
sin la previsión de la fe o buenas obras, de la perseverancia en
ellas o de cualquiera
otra cosa en la criatura como condición o causa que le mueva a
ello (Rom. 6:11,
13, 16; Efs.1:4-9), y lo ha hecho todo para alabanza de su gracia
gloriosa. (Efs.1:6-12).
3.
La expiación de Cristo
En este punto los calvinistas y luteranos tienen
diferencias.
Mientras los Calvinistas sostienen que la muerte de Cristo fue para
beneficio
eterno único de los escogidos, los luteranos sostienen que la
muerte de Cristo
fue para el beneficio de toda la raza humana pero que solo obtienen ese
beneficio los que creen. Es bueno
aclarar aquí que siendo que los luteranos sostienen la creencia
en la
predestinación idéntica a los calvinistas y creen que la
fe viene a los que han
sido elegidos desde la fundación del mundo para
salvación, entonces la
expiación finalmente beneficia solamente a aquellos quienes han
sido escogidos
por Dios para salvación.
4.
La obra del Espíritu Santo en la salvación
Tanto los luteranos como los calvinistas creen que la
única razón por la que una persona puede venir a Cristo
es por la obra del
Espíritu Santo en su vida. Ambos
están
de acuerdo en que la fe es producida en el oyente por medio de la
Palabra de
Dios. Según los luteranos, la diferencia entre quien cree y
quien no cree es
producto de la elección eterna:
“la elección eterna es la causa
del por la cual los elegidos son traídos a la fe en su tiempo,
Hechos 13:48;
pero la elección no es la causa por la cual los hombres se
mantienen incrédulos
cuando escuchan la Palabra de Dios.”[iv]
Siendo que los escogidos por la gracia de Dios han de
ser traídos a la fe en su debido tiempo, la visión
luterana y la calvinista en
torno a la gracia irresistible es que no puede fallar.
En este punto de vista tanto los luteranos
como los calvinistas concuerdan. El
calvinismo sostiene que la gracia de Dios es resistida por todos los
hombres
pero no por aquellos que Dios ha escogido para salvación desde
antes de la
fundación del mundo. Los escogidos
vendrán en su debido tiempo a la fe:
I. A todos aquellos a quienes Dios ha predestinado para
vida, y a ellos
solamente, le agrada en su tiempo señalado y aceptado, llamar
eficazmente (1)
por su palabra y Espíritu, (2) fuera del estado de pecado y
muerte en que están
por naturaleza, a la gracia y salvación por Jesucristo; (3)
iluminando
espiritual y salvíficamente su entendimiento, a fin de que
comprendan las cosas
de Dios; (4) quitándoles el corazón de piedra y
dándoles uno de carne; (5)
renovando sus voluntades y por su potencia todopoderoso,
induciéndoles hacia
aquello que es bueno, (6) y trayéndoles eficazmente a
Jesucristo; (7) de tal
manera que ellos vienen con absoluta libertad, habiendo recibido por la
gracia
de Dios la voluntad de hacerlo. (8)[v]
5.
La perseverancia Final
Tanto
luteranos como calvinistas concuerdan en que los escogidos han de
perseverar
hasta el fin. Esto significa que no hay pérdida de
salvación para un verdadero
escogido de Dios en ambas posiciones. Esto sin embargo no significa que
algunos,
según ambas posiciones, creen por un tiempo luego se aparten de
esa profesión
cometiendo de esa forma apostasía. Los luteranos afirman que
“se rechaza a los que enseñan
que quienes una vez se convirtieron ya no pueden caer.”[vi]
Muchos han entendido esto como “caer de la
justificación” sin embargo la
aclaración provista en el mismo documento declara que lo que se
refiere es caer
en pecado:
En lo que concierne al arrepentimiento, enseñamos
que aquellos que han
pecado después del Bautismo pueden obtener el perdón de
sus pecados todas las
veces que se arrepientan y que la Iglesia no debe rechazar su
Absolución. El
verdadero arrepentimiento comprende en primer lugar la
contrición, es decir el
dolor y terror que uno siente a causa del pecado; en segundo lugar la
fe en el
Evangelio y en la Absolución, es decir, la certeza que los
pecados nos son
perdonados y que la gracia nos llega por los méritos de
Jesucristo. Es esta fe
la que consuela los corazones y que da paz a la conciencia. Luego de
esto se
debe enmendar la vida y renunciar al pecado. Ya que tales deben ser los
frutos
del arrepentimiento, como lo dijo Juan el Bautista (Mt. 2,8) « Haced
frutos dignos del arrepentimiento ».
Condenamos pues a los Anabaptistas que niegan que los
justificados
pueden perder el Espíritu Santo. Igualmente a los que enseñan que una vez
convertido, el cristiano
no puede volver a caer
en el pecado. Condenamos también a los Novacianos que
niegan la
Absolución a los que pecaron después del Bautismo.
Finalmente rechazamos a los
que enseñan que se obtiene el perdón de los pecados, no
por la fe, sino por
nuestras satisfacciones. (énfasis añadido.)
Se sostiene
por ambos grupos que alguno ‘no escogido’ puede llegar a
expresar cierta clase
de fe por un tiempo y no llegar a ser glorificado.
Sin embargo aquellos quienes solo creen por
un tiempo gozan de la salvación temporal y los beneficios
presentes de ella mas
no gozan de los beneficios eternos de la misma y dejan de creer y caen
en
apostasía perdiendo sus almas y salvación final
pertenecen al grupo de los que
no fueron escogidos por la gracia de Dios. Aunque el calvinismo niega
que un
verdadero hijo de Dios, justificado y santificado por su sangre pueda
terminar
en el infierno, el Luteranismo admite que un hijo de Dios, regenerado y
justificado puede llegar a perderse por dejar de creer al poner su
confianza en
sus obras de justicia carnales y no en Cristo.
Para el calvinista, uno que hace esto prueba
que nunca tuvo una
verdadera fe en primer lugar. No obstante, la doctrina Luterana es
ambigua en
este punto. Se afirma que un verdadero creyente tiene seguridad eterna
al mismo
tiempo que se afirma que puede perderse.
Esto, es considerado un misterio, por ejemplo,
en la sección de
preguntas y respuestas de la Iglesia Luterana Sínodo de
Missouri, se explica
que “Los Luteranos creen que ambas son verdaderas y fundamentadas
en la Escritura:
Es posible para un creyente el caer de la fe y perder su
salvación, y es
posible para un creyente el tener completa seguridad eterna de
salvación por
medio de la fe en Jesucristo.[vii]” De esto dicen que “es una paradoja para
la razón
humana.” Es ciertamente una paradoja cuando consideramos la
fuerte creencia de
Martin Lutero (y los luteranos) en la predestinación de algunos
y la no predestinación
de otros y cuando se niega claramente en la confesión de
Augburgo que “los
justificados pueden perder el Espíritu Santo.”
El problema
radica en la creencia luterana de la regeneración bautismal, que
una persona
bautizada es automáticamente regenerada. De esa manera si
alguien que fue bautizado
luego da pruebas de confiar en su carne y no tener una fe genuina en
Cristo,
esa persona es entonces considerada como uno que perdió su
salvación. Los calvinistas no creen
en la regeneración bautismal
y por lo tanto si un bautizado luego da evidencias de ser un
reprobó en cuanto
a la fe, la conclusión es que simplemente esa persona nunca
nació de nuevo.
Conclusión:
A mi
entender las diferencias entre luteranos y calvinistas sobre los cinco
puntos analizados
aquí son mínimas a excepción de dos de ellos, la
expiación universal luterana y
lo que considero cierta ambigüedad en torno a la perseverancia
final de los
santos. Ambos sistemas sostienen una visión igual de la
depravación del hombre,
de la elección y la predestinación. En este punto la
diferencia radica en que
la predestinación desde el punto de vista luterano no insiste
como lo hace el
calvinista en un decreto de reprobación.
El luterano prefiere permanecer silente en
este punto aunque afirma
junto con el calvinista que la predestinación y la
elección de gracia en base a
los meritos de Cristo y la expiación es la única
razón por la que los escogidos
creen la palabra del evangelio mientras que otros no lo hacen. En otras palabras, “es Dios quien hace
la
diferencia.”
Sobre el
tema de la extensión de la expiación hay una diferencia
no muy profunda. El luterano ve una
expiación universal donde
toda la raza humana ha sido reconciliada con Dios.
Ellos sin embargo sostienen que solamente los
escogidos por gracia son justificados y reciben los beneficios de ese
sacrificio mientras que los demás son condenados. Los
calvinistas creen que la
expiación fue únicamente para beneficio único de
los escogidos por gracia y que
el resto de la humanidad goza de la gracia común gracias a la
misericordia de
Dios pero no recibe beneficio alguno de la cruz de Cristo.
Finalmente, en torno a la perseverancia
final, ambos sostienen que los escogidos por gracia y predestinados por
Dios
para su gloria eterna han de permanecer en fe hasta el fin. Los luteranos creen que algunos creen
verdaderamente
y que luego se alejan dando pruebas así de que no son de los
escogidos por
gracia. Los calvinistas creen lo mismo aunque no llegan a decir como
los
luteranos que el que tal hizo, habría sido nacido de nuevo,
justificado y verdaderamente
creyente.
21 de diciembre
de 2010.
Notas y Referencias:
[i] Antes de
proceder es importante aclarar que según muchos comentaristas lo
que se conoce
como Luteranismo hoy no es en ciertos puntos necesariamente ni
exactamente lo
que creyó Martin Lutero sino lo que formularon sus seguidores,
particularmente
Melanchton quien según se afirma no permaneció en las
enseñanzas de
Lutero.
[ii] Calvinismo es usado en este contexto como
comúnmente
se entiende en nuestros días, como referencia solamente a los 5
puntos (TULIP)
y no al sistema completo de Calvino.
[vii]
Lutherans
believe both are true and Scriptural: It is possible for a believer to
fall
from faith and lose salvation, and it is possible for a believer to
have
complete assurance of eternal salvation through faith in Jesus Christ.
Copyright/Derechos ©1999-2009
Jorge L. Trujillo
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